Tomó la mano de la niña y le dijo: «¡Talita cumi!» (Que significa: niña, a ti te digo, levántate») Marcos 5:41.La misión de Cristo en esta tierra era revelar el carácter de su Padre y rescatar del pecado al ser humano; su corazón se conmovía ante el sufrimiento, la enfermedad y la muerte. Son muchos los milagros de Jesús que se registran en la Biblia, y sin duda hubo muchos más que se han quedado en el anonimato.Creo que una de las pruebas más difíciles que le puede tocar enfrentar a un padre es la muerte de un hijo. Admiro a esas personas que han encontrado fuerza en Dios para superar tan duro revés. Hace algunos años presencié el sepelio de una de las hijas del que era presidente de la Unión Cubana. Aquella mujer había dedicado sus días a anunciar la salvación y había llevado luz a muchos corazones, pero ahora su luz se había apagado. Ella misma había preparado su propio funeral, con la esperanza de la segunda venida. Su padre, su madre y sus hermanos sufrían su pérdida temporal, pero al mismo tiempo mostraban una serenidad, un consuelo y una paz que se alzaban como un pedestal inconmovible y deslumbrante de confianza, fe y gratitud a Dios.Mientras cantaba los himnos que ella misma había solicitado pensé: «Dios mío, cuan terrible debe de ser pasar por una experiencia similar, pero al mismo tiempo cuan agradecido se siente el corazón al tener la garantía de que la muerte no permanecerá para siempre, porque tu Hijo despertará a los que, como esa mujer, esperan en él».Por las mismas fechas que mi hijo mayor nació un bebé, primogénito de un pastor, que después de varios días de sufrimiento dejó este mundo para reposar en los brazos de Jesús. ¿Te conmueve la realidad de la muerte? ¿Has perdido temporalmente a un hijo? Se me oprime el corazón al pensar en ese día en que los ángeles reunirán a los hijos con sus padres en ocasión de la segunda venida de Cristo.Si has pasado por un momento tan doloroso recuerda que Cristo pondrá a tu hijo en tu regazo para que le des un abrazo eterno.Tomado de meditaciones matutinas para mujeresDe la Mano del SeñorPor Ruth Herrera
Tenemos también la palabra pro/ética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro. 2 Pedro 1:19.En uno de los viajes de graduandos en que participé, quedé extasiado por la belleza del paisaje. Desde el lugar donde nos hospedábamos, se podían observar sierras de distintos tonos, árboles de toda clase, colinas y valles, ríos y arroyuelos, y una vegetación exuberante.Como no pude ocultar mi asombro, Carlos, un profesor de educación física que también nos acompañaba, me prestó sus binoculares para observar el paisaje. Afirmando mis codos en un peñasco, posicioné mis ojos en el binocular, y con admiración contemplé los detalles de ese paraíso terrenal. ¡Qué diferencia! Personas en "miniatura", aves de distintas clases y embarcaciones navegando en el río fueron algunas de las maravillas que "se agregaron" a la belleza que había contemplado. Pero lo que más me llamó la atención fue la cantidad de kilómetros que se agregaron a mi paisaje, gracias a esos potentes binoculares.Y tú, ¿qué ves cuando "miras" tu futuro? ¿Estás mirando solo un paisaje local o también estás prestando atención a los detalles y a su inmensidad?Uno de los errores más frecuentes hoy en día consiste en "no ver" el futuro profesional. Todavía resuena en mis oídos la letra y la música de una canción que decía más o menos así: "Si estás pensando en el mañana, no te preocupes más... mantente en movimiento". En otras palabras: "¿Qué sentido tiene mirar el futuro? Pásala bien ahora, bailando". Pero esa melodía guardaba silencio sobre las personas que llegan vacías a la mediana edad, con sus vidas desgastadas por los placeres, y con una capacidad intelectual y profesional mediocre. Con dolor, muchos de ellos miran hacia atrás y ven las oportunidades desperdiciadas y una vida que pudo ser diferente si hubieran visualizado y planificado su futuro.De alguna manera, la vida que se te presenta por delante puede ser maravillosa ante tus ojos si te animas a mirar lejos. Procura ver tu futuro profesional en cinco o diez años, y trata de ver en qué lugar estarás insertado en la sociedad. No dejes que los años pasen y te sorprendan "viviendo" el futuro en un lugar donde no desearías estar. ¡Cuántas personas han pasado insatisfechas por la vida! La juventud es una etapa de decisiones, y las que realices en el presente determinarán tu lugar en el futuro.La Biblia nos enseña que debemos mirar el futuro a través de las profecías. Aplica el mismo principio a tu vida, procura ver anticipadamente qué área profesional es tu preferida, y te será más fácil obtenerla.Tomado de meditaciones matinales para jóvenesEncuentros con JesúsPor David Brizuel
Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo, para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel? Éxodo 3:11.En los ojos de Ari merodeaba la locura. El desequilibrio insano de días y noches recibiendo la visita de sus propios fantasmas. Noches sin fin y sin sueño. Días de tormento y de agonía. En esas circunstancias, la muerte era apenas un paso hacia el vacío. La muerte, para aquel joven empresario, se le había antojado siempre oscura, como sus noches, y vacía, como su alma.Nadie es capaz de cumplir la misión de la vida sin entender primero la esencia de su ser. ¿Quién eres tú? ¿De dónde viniste y adónde vas?¿Eres fruto de la casualidad, mediante un fenómeno natural llamado evolución, o saliste de las manos de un Creador, que te colocó en esta vida con una misión? La visión de futuro de cualquier persona depende de su visión de pasado.Por eso Moisés, cuando recibió la misión de liberar al pueblo de Israel de la esclavitud de Egipto, preguntó a Dios: "¿Quién soy yo?" Partir hacia el cumplimiento de la misión sin conocer la esencia del ser puede ser trágico. Lo fue con Ari. En la cúspide del éxito, creyó que era un semidiós, incapaz de cometer errores. La cabellera rubia y los ojos azules lo engañaron. Muchas veces llegó a soñar que el mundo estaba a sus pies, y que los seres humanos eran sus vasallos.Creció. Prosperó. Aparentemente, había realizado sus sueños, cuando se perdió en medio de las llamas de sus delirios. Sus ojos empezaron a brillar con un brillo extraño; comenzó a dar órdenes inconexas, irracionales, infantiles, y la familia percibió que estaba ausente; lejos de la razón, sumergido en el mar de sus alucinaciones.Pasó el resto de su vida en una clínica de reposo. Aullaba por las noches, como un lobo. Su lamento se perdía en la inmensidad de un universo, del cual solo era una partícula y no el dueño, como siempre había pensado.Hoy, despunta un nuevo sol; el mismo que se ocultó ayer. Pero, puede ser diferente para ti si recuerdas que un día saliste de las manos de Dios y, aunque la vida te sonrió y conquistaste montañas elevadas, continúas siendo criatura dependiente, e instrumento al servicio de la humanidad.Haz de este un día de reflexión. Y recuerda: "Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo, para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel?"Tomado de meditaciones matinales para adultosPlenitud en CristoPor Alejandro Bullón
Jesús le dijo: «Mujer, ¿por qué lloras?» (Juan 20:15).La Biblia no nos dice por que Jesús se le presentó en primer lugar a María. ¿Por qué la escogió a ella? ¿Por qué no a uno de sus discípulos? Siendo que las mujeres no tenían reconocimiento social como líderes, resulta extraño que Dios hubiera elegido a una mujer para dar la nueva de ese extraordinario acontecimiento. Sin embargo, creo que Jesús tenía un buen motivo para dirigirse a María y elegirla como su mensajera: estaba en el lugar correcto, en el momento correcto y con la disposición correcta.Mientras los discípulos se debatían entre sus sentimientos y sus pensamientos, María había ido al lugar donde estaría más cerca de Jesús. A veces, cuando afrontamos situaciones que aparentemente no tienen solución, intentamos razonar, buscar una salida, aclarar nuestros pensamientos, en lugar cíe dirigirnos a Jesús, que está esperándonos para tendernos una mano.María no solo estaba en el lugar correcto, sino también en el momento correcto. Siempre me ha gustado levantarme temprano y dedicar tiempo a mi devoción personal. En esas primeras horas del día he encontrado paz y sobre todo la presencia de Dios. María también experimentó esa comunión cuando decidió ir muy temprano al sepulcro. ¿Has apañado un tiempo para estar a solas con Jesús, como lo hizo María?Además, María tenía la disposición correcta. La promesa divina asegura que Dios no deja abandonado al que lo busca con humildad. María no se quejaba, ni demandaba respuestas a sus interrogantes. María, de rodillas, de pie o sentada, anhelaba la presencia de su Maestro.Cuando todo se desploma ante ti y sientes que estás enfrentando sola lo imposible, nadando a contracorriente, caminando sin fuerzas, luchando con tus hijos, tu matrimonio, tu trabajo, tus padres... Cuando la enfermedad o la muerte se presentan, poniendo de manifiesto la fragilidad humana, ve a Jesús. Ora, preséntale tu situación, tus temores, tus tristezas, tu dolor. Jesús no dejó a María llorando desconsoladamente, sino que comprendió su dolor. Él sintió la necesidad que María tenía de su presencia y consoló su corazón.Jesús entiende tus lágrimas. Él desea estar junto a ti, consolarte, darte su paz, su seguridad. Ve a él y enjugará tus lágrimas.Tomado de meditaciones matutinas para mujeresDe la Mano del SeñorPor Ruth Herrera
No habrá allí más noche, y no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará; y reinarán por los siglos de los siglos. Apocalipsis 22:5.Al trabajar solamente con jóvenes en los primeros años de mi ministerio pastoral, una pregunta constante y repetitiva fue esta: "Si en el cielo vamos a vivir por la eternidad, y no vamos a tener televisión, ni juegos de video, películas o Internet, ¿qué vamos a hacer todo el tiempo?" Entre mis muchas respuestas, una vez se me ocurrió decirles: "¡Vamos a estudiar!", pero todo el grupo manifestó su desaprobación, ya que de manera generalizada "odiaban" el estudio.Más allá de mis consejos para que "amaran" el estudio, en algún momento investigué el tenia de nuestras labores en el cielo, y ahora quiero compartir algunos de mis hallazgos: "Toda facultad será desarrollada, toda capacidad aumentada. La adquisición de conocimientos no cansará la inteligencia ni agotará las energías. Las mayores empresas podrán llevarse a cabo [...] Todos los tesoros del universo se ofrecerán al estudio de los redimidos de Dios. [...] Con indescriptible dicha los hijos de la tierra participan del gozo y de la sabiduría de los seres que no cayeron. Comparten los tesoros de conocimientos e inteligencia adquiridos durante siglos y siglos en la contemplación de las obras de Dios" (El conflicto de los siglos, p. 736, la cursiva ha sido añadida).¿Te diste cuenta que en el cielo, una de las maravillas será estudiar sin límites el amor y la gloria de Dios manifestados en los misterios del universo? Estoy consciente de que en el presente, el estudio resulta tedioso por las distracciones sociales, por una pereza generalizada, porque el estudiante se siente obligado a hacerlo, y porque se ve solo el lado negativo de los exámenes. Pero, a pesar de todos estos "argumentos", aun hoy la persona ignorante es objeto de burla, posee una autoestima baja, tiene complejos de inferioridad y cada vez más es víctima del desempleo.Dios te ha dado una mente maravillosa con el propósito de que la uses, la capacites y le permitas crecer a través del estudio. Si lo miras con actitud positiva, el estudio te abrirá un horizonte laboral promisorio, reforzará tu autoestima y te ayudará a sentirte realizado.No desperdicies las oportunidades académicas que te brinda el Señor, y verás que poco a poco te irá naciendo el gusto por el estudio. Allí, en la ciudad donde no habrá más "noche", ni luz de "lámpara", ni "luz del sol", tendrás una mente que no se cansará y que gustará del estudio. Entonces, ¿por qué no entrenarla desde ahora?.Tomado de meditaciones matinales para jóvenesEncuentros con JesúsPor David Brizuel
Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca. 1 Pedro 5:10.Marión lucía terrible: el accidente le había deformado el rostro y lo había confinado a una silla de ruedas. A pesar de que todo el mundo le sugería agradecer a Dios por haberle salvado la vida, el joven atleta, de 23 años, no entendía por qué Dios había permitido que le ocurriera aquel accidente, que terminó con sus sueños de una medalla olímpica.No era culpable del accidente: el conductor del otro vehículo conducía ebrio, y fue Marión quien sufrió las peores consecuencias. ¡Injusto!, desde cualquier punto de vista; menos, desde la perspectiva divina.La promesa de hoy afirma que los hijos de Dios no están libres de las dificultades sino que, después de haber padecido un poco, él los afirmará, fortalecerá y perfeccionará.Me gusta la expresión perfeccionará. En griego es kataritzo. Significa cortar una piedra de modo que quepa en el lugar exacto. Existe un plan divino y maravilloso para cada vida; nadie vino al mundo por acaso. La felicidad consiste en descubrir y llegar al lugar exacto para el que fuimos creados. A veces, por las cosas de esta vida, perdemos el rumbo, nos deformamos, creamos aristas, y es necesario que pasemos por el esmeril del dolor para ser kataritzo; es decir, perfeccionados y labrados, a fin de ocupar el lugar exacto para el que fuimos creados.Marión entendió el propósito divino del dolor años después, cuando, por causa del accidente, tuvo que desarrollar otros dones que hubiesen quedado adormecidos de haber continuado con su carrera de atleta.Hoy, solo agradece a Dios. Sabe que el Señor, en su sabiduría infinita, aprovechó el trágico accidente para llevarlo "al lugar exacto".Por eso, hoy, no te desanimes ante del dolor. Recuerda siempre que "el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca".Tomado de meditaciones matinales para adultosPlenitud en CristoPor Alejandro Bullón
Pero María estaba afuera llorando junto al sepulcro (Juan 20:11).Me encanta como comienza el capítulo 20 de Juan: «El primer día de la semana, María Magdalena fue de mañana, siendo aún oscuro, al sepulcro, y vio quitada la piedra del sepulcro. Entonces corrió y fue». María era una mujer marginada por la humanidad, pero amada por el Dios que dio su vida para salvarla. Triste por la pérdida de su Maestro, lo buscó muy de mañana, siendo aún oscuro, porque anhelaba estar cerca de quien la había rescatado del abismo. Su devoción se vio recompensada, pues fue la primera en ver el acontecimiento que cambiaría a la humanidad entera. Se le concedió el privilegio de contemplar la tumba vacía, garantía de que la muerte había sido vencida.Cuando te sientas triste o criticada por los demás, busca al Salvador. Acude, como hizo María, al lugar donde puedas estar más cerca de Jesús. El cielo te hará ver grandes maravillas que aún no conoces.Pero observa que María no se quedó callada, sino que «entonces corrió, y fue a Simón Pedro» (Juan 20: 2). Cuando descubrimos que Jesús dejó la tumba vacía y resucitó para darnos la vida, no podemos quedarnos calladas. Muchos, al igual que los discípulos que habían escuchado las profecías de Jesús respecto a ese acontecimiento, se mostrarán incrédulos ante la nueva de gran gozo; muchos, como Pedro y Juan que, aunque acudieron al sepulcro, sus corazones estaban cegados por la incredulidad, no podrán recibir la gloria de ese acontecimiento y se irán tristes por no haber visto el cuerpo del Maestro.En un mundo en que la mayoría cree en lo que ve, resulta difícil llevar un mensaje de redención y salvación en nombre de un Dios invisible y haciendo referencia a una tumba vacía. Pero el gran Yo Soy que se reveló a Moisés es el mismo que impulsó a María a comunicar las nuevas de salvación, y el que te impulsará a ti a convertirle en una luz de esperanza. María tuvo esa hermosa experiencia porque estaba cerca de Jesús.¿Estarás tan cerca de Jesús que puedas verlo venir en gloria y majestad?Tomado de meditaciones matutinas para mujeresDe la Mano del SeñorPor Ruth Herrera
El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza. Proverbios 1:7.Nací en un hogar adventista, y a lo largo de mi vida he observado que hay ciertos "códigos" que no se dicen pero se sobreentienden. Al que hoy haré referencia es al que muestra a los héroes de la fe como inalcanzables, ya que actualmente, ¿quién podría ser como ellos o recibir las bendiciones que ellos recibieron?Si se habla de Job, se dice que no pecó con sus labios a causa del sufrimiento que el diablo le infligió; pero, en el presente, ¿quién sería capaz de soportar semejante prueba y no pecar, enojándose con Dios?¿Y qué decir de Daniel? Se alaba su tenacidad en tierra enemiga, lo difícil que debe haber sido vivir como esclavo y de cómo lo premió Dios por su fidelidad. Pero ¿hay en la actualidad jóvenes como el profeta, que se entreguen a Dios de todo corazón y reciban la sabiduría académica que desean?Mi respuesta a esta última pregunta es un rotundo SI.David fue uno de los alumnos más aplicados que conocí mientras trabajé en la docencia. Estaba cursando el último año de educación media, y su capacidad e inteligencia eran complementadas con una dedicación meticulosa. En varias ocasiones, cuando algún profesor no se presentaba y tenían "hora libre", mientras sus compañeros se dedicaban a conversar o a alguna otra actividad, David se mantenía ocupado estudiando por adelantado, haciendo ejercicios de matemáticas o física o simplemente leyendo.Al ver sus calificaciones generales del último año de enseñanza secundaria, no me sorprendió saber que en sus catorce materias tenía un promedio de diez. Por si esto fuera poco, a sus diecisiete años publicó su primer libro. Como un regalo adicional, semanas antes de concluir las clases, David me dio la grata noticia de que abrazaría nuestra fe, porque veía que "la doctrina adventista pisa sobre roca".En las Escrituras se nos muestra la vida de los grandes hombres de fe como modelos de lo que nosotros podemos alcanzar cuando combinamos el esfuerzo humano y el poder divino. El éxito académico de Daniel no es un ejemplo inalcanzable; su dedicación al estudio y su fidelidad a Dios están registradas como una constante exhortación para que cada hijo de Dios sepa lo que le aguarda si con fe se esfuerza en la vida estudiantil.Si tienes la posibilidad de estudiar, no la desaproveches. También tú puedes ser como Daniel si confías en el brazo todopoderoso.Tomado de meditaciones matinales para jóvenesEncuentros con JesúsPor David Brizuel