«Tan cierto como que yo vivo [...] que Moab vendrá a ser como Sodoma y los amonitas como Gomorra: se volverán campos de espinos y minas de sal» (Sofonías 2: 9, NVI).
En todos los lugares por donde caminamos, puedes verla. Me estoy refiriendo a la maleza o mala hierba. Ya hablamos de algunas hierbas venenosas, pero hoy te quiero hablar de una hierba mucho más común. De hecho, tal vez la tienes en tu jardín. Me refiero a unas plantitas conocidas como dientes de león. La mayoría de la gente las arranca de su jardín, y nadie quiere tenerlas en medio de la grama. Pero curiosamente, hay algunos granjeros en Nueva Jersey, Estados Unidos, a quienes les gustan. ¿Sabes por qué? Porque ganan cientos de millones de dólares gracias a ellas. Y es que algunas personas se las comen, y estos granjeros se las venden. No es un chiste, hay gente que se come las hojas verdes del diente de león. Aunque no lo creas, estas hierbas tienen muchas vitaminas. ¿Quién iba a pensar que algunos pueden comerse lo que otros desechan?
La gente valora y disfruta muchas cosas distintas, y tiene opiniones muy diferentes entre sí, pero tú, debes estar seguro de saber qué es lo que Dios quiere que pienses y disfrutes. Lee su Palabra diariamente. Su opinión es la que cuenta.
Tomado de Devocionales para menores
Explorando con Jesús
Por Jim Feldbush