Enséñanos del todo a contar nuestros días que traigamos al corazón sabiduría. (Salmos 90:12).
La sabiduría no forma parte del paquete genético que interviene en la formación de un nuevo ser. El coeficiente intelectual puede ser heredado, pero la sabiduría proviene de una relación directa con Dios.
En nuestros días es muy común encontrar mujeres muy capacitadas para realizar trabajos importantes. Especialistas en medicina, ingenierías, científicas, ¡cuán formidable puede ser la aportación de una mujer al desarrollo de una tarea importante! Sin embargo, la inteligencia no es sinónimo de felicidad. Hay muchas personas inteligentes que no logran encontrar la felicidad que anhelan. Mientras que, por otra parte, hay personas con un nivel bajo de inteligencia que han alcanzado la sabiduría divina, y con ello han obtenido un gran tesoro.
El consejo divino nos insta a contar nuestros días de tal modo que traigamos a nuestro corazón sabiduría. Contar nuestros días no es velar por la carrera desenfrenada del calendario. Tampoco es mirarnos en el espejo para descubrir los surcos que el tiempo va dejando en la piel. Contar nuestros días significa velar porque no pase uno solo de ellos sin contar con la compañía y el consejo divinos. Que no pase un solo día sin que recibamos instrucciones espirituales y las pongamos en práctica. Contar nuestros días es deleitarnos en la compañía de Jesús. Muchas personas se preocupan por contar sus días para garantizar un futuro de riquezas o poder, sin embargo, esto no aporta gozo cuando la sabiduría divina no está presente.
Centremos nuestros esfuerzos en ser mujeres sabias, dirigidas por Dios. Algunos piensan que el término «sabiduría» pertenece a la antigüedad, o al ámbito filosófico y que está lejos de la mujer actual ser sabia. El mercado de cosméticos y la moda se han enfrascado en una lucha contra la sabiduría. Han impuesto una tiranía que presenta solo una cara deslumbrante pero que está regida por los deseos que dejan a un lado la razón y el buen juicio.
Hoy tienes una inmejorable oportunidad para demostrar al mundo que si existen mujeres sabias, dirigidas por aquel que nos hizo con amor y por amor. Sea esta tu oración matutina: «Señor, deposita en mi tu sabiduría y enséname a contar mis días».
Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera
La sabiduría no forma parte del paquete genético que interviene en la formación de un nuevo ser. El coeficiente intelectual puede ser heredado, pero la sabiduría proviene de una relación directa con Dios.
En nuestros días es muy común encontrar mujeres muy capacitadas para realizar trabajos importantes. Especialistas en medicina, ingenierías, científicas, ¡cuán formidable puede ser la aportación de una mujer al desarrollo de una tarea importante! Sin embargo, la inteligencia no es sinónimo de felicidad. Hay muchas personas inteligentes que no logran encontrar la felicidad que anhelan. Mientras que, por otra parte, hay personas con un nivel bajo de inteligencia que han alcanzado la sabiduría divina, y con ello han obtenido un gran tesoro.
El consejo divino nos insta a contar nuestros días de tal modo que traigamos a nuestro corazón sabiduría. Contar nuestros días no es velar por la carrera desenfrenada del calendario. Tampoco es mirarnos en el espejo para descubrir los surcos que el tiempo va dejando en la piel. Contar nuestros días significa velar porque no pase uno solo de ellos sin contar con la compañía y el consejo divinos. Que no pase un solo día sin que recibamos instrucciones espirituales y las pongamos en práctica. Contar nuestros días es deleitarnos en la compañía de Jesús. Muchas personas se preocupan por contar sus días para garantizar un futuro de riquezas o poder, sin embargo, esto no aporta gozo cuando la sabiduría divina no está presente.
Centremos nuestros esfuerzos en ser mujeres sabias, dirigidas por Dios. Algunos piensan que el término «sabiduría» pertenece a la antigüedad, o al ámbito filosófico y que está lejos de la mujer actual ser sabia. El mercado de cosméticos y la moda se han enfrascado en una lucha contra la sabiduría. Han impuesto una tiranía que presenta solo una cara deslumbrante pero que está regida por los deseos que dejan a un lado la razón y el buen juicio.
Hoy tienes una inmejorable oportunidad para demostrar al mundo que si existen mujeres sabias, dirigidas por aquel que nos hizo con amor y por amor. Sea esta tu oración matutina: «Señor, deposita en mi tu sabiduría y enséname a contar mis días».
Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera