«Yo soy la rosa de Sarón, el lirio de los valles» (Cantares 2:1).
¡Qué día tan maravilloso! El sol brilla y la temperatura está perfecta. Qué hermosa caminata estamos dando por la Creación de Dios. Mira ese arbusto que está allí. ¿Lo ves? Se llama rosa de Sarón. Sus flores son grandes y hermosas.
En el versículo de hoy Salomón se llama a sí mismo la rosa de Sarón y el lirio de los valles. Algunas personas creen que este bello poema en realidad se refiere a Jesús. Yo también lo creo. Porque Jesús es como una flor especial. Él ilumina nuestro día y hace que todo se vea hermoso.
Creo que así es como Jesús quiere que seamos. Él quiere que iluminemos el día de los demás. Él quiere que hagamos que todo lo que nos rodea sea hermoso. ¿Se te ocurre alguna manera en que puedas hacerlo?
Si mantenemos una sonrisa en nuestro rostro y buscamos formas de alegrar a los demás, seremos como una rosa en este mundo. Inténtalo hoy. Si Jesús brilla a través de ti, las personas notarán ese amor y querrán ser como rosas también.
Tomado de Devocionales para menores
Explorando con Jesús
Por Jim Feldbush