«¿Y por qué se preocupan ustedes por la ropa? Fíjense cómo crecen los lirios del campo: no trabajan ni hilan» (Mateo 6:28).
Uno de los lugares que más me gusta visitar es el museo de arte. Me encanta ver los hermosos cuadros que los artistas han esbozado y creado. Uno de los museos más asombrosos al que alguna vez he ido está en Paris, Francia. Se llama Museo de Louvre. Recuerdo haber visto allí un cuadro del ángel Gabriel apareciéndosele a María para anunciarle las buenas nuevas de que ella iba a ser la madre de Jesús. En las manos de Gabriel había lirios. Los lirios son unas flores blancas muy hermosas. El artista usó lirios porque estos representan la pureza, y no hay nada más puro que Jesús.
Jesús quiere que nosotros también seamos puros. A veces hacemos cosas indebidas, y nos preocupa poder llegar a ser buenos niños o niñas para Jesús. Pues te tengo buenas noticias. Él no quiere que te preocupes. Tu trabajo es hablar con él todos los días, leer su Palabra y pensar lo más que puedas en él. Purificarnos es su trabajo. Él no quiere que nos preocupemos, porque sabe que nosotros no podemos purificarnos por nuestra propia cuenta. Entra en contacto con Jesús. Él es el único que puede hacerte puro como los lirios.
Tomado de Devocionales para menores
Explorando con Jesús
Por Jim Feldbush