Dijo luego Dios: Haya lumbreras en el firmamento de los cielos para separar el día de la noche, que sirvan de señales. (Génesis 1:14).
Se acercaba la graduación de los guías mayores. En una de las materias objeto de examen se me preguntaría sobre las constelaciones, las estrellas y el espacio sideral. Mi hermano mayor tenía amplios conocimientos sobre este tema y por las noches subíamos al tejado de la casa para contemplar toda aquella maravilla y así poder aprender del libro de la naturaleza. ¡Era un panorama espectacular!
Cuando Dios termino de pintar la tierra y de colocar en ella una amplia gama de matices, se dispuso a sombrear el mundo exterior. Y allí, en forma majestuosa, coloco el gigante Sol, rey del día, del calor y de la alegría, para que rigiera anunciando la jornada laboral, despertando hasta las flores más sencillas en un ritmo ininterrumpido de servicio y amor. Aunque el mundo perfecto no necesitaría descanso, Dios se dispuso a crear la noche, así como las distintas estaciones. Sin duda alguna, a Dios le gusta la diversidad.
¿Que podemos aprender de ese día y de las obras hechas en él?
Te invito a descubrir otras aplicaciones a través de las cuales el Señor quiere hablarte por medio de este día de la creación. Medita en ellas y aplícalas a tu vida.
Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera
Se acercaba la graduación de los guías mayores. En una de las materias objeto de examen se me preguntaría sobre las constelaciones, las estrellas y el espacio sideral. Mi hermano mayor tenía amplios conocimientos sobre este tema y por las noches subíamos al tejado de la casa para contemplar toda aquella maravilla y así poder aprender del libro de la naturaleza. ¡Era un panorama espectacular!
Cuando Dios termino de pintar la tierra y de colocar en ella una amplia gama de matices, se dispuso a sombrear el mundo exterior. Y allí, en forma majestuosa, coloco el gigante Sol, rey del día, del calor y de la alegría, para que rigiera anunciando la jornada laboral, despertando hasta las flores más sencillas en un ritmo ininterrumpido de servicio y amor. Aunque el mundo perfecto no necesitaría descanso, Dios se dispuso a crear la noche, así como las distintas estaciones. Sin duda alguna, a Dios le gusta la diversidad.
¿Que podemos aprender de ese día y de las obras hechas en él?
- Que incluso en las noches más sombrías, las que se presentan como un negro telón enmascarado de horror, algunas estrellas nos pestañea, asegurándonos que los ojos de Dios están siempre despiertos.
- Que los días pasan, trayendo cada uno su propio afán. El caluroso Sol le cede el terreno a la fría Luna, en un ciclo renovador lleno de oportunidades. No caigas en el desánimo cuando la fatiga te haga desfallecer o cuando la frialdad de los corazones quiera helar tu aliento. Confía en que tras un día agotador, viene el descanso refrescante de la noche. y con ella otro nuevo día.
- Que las estaciones agrupan los años en un vaivén de emociones y sensaciones siempre cambiantes. Del mismo modo, tu alrededor también sufrirá inestabilidad, pero cada etapa tiene su propia belleza. No añores la primavera cuando se manifieste el otoño de la vida.
Te invito a descubrir otras aplicaciones a través de las cuales el Señor quiere hablarte por medio de este día de la creación. Medita en ellas y aplícalas a tu vida.
Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera