miércoles, 25 de enero de 2017

EL SEXTO DÍA: LOS ANIMALES TERRESTRES

Que produzca la tierra toda clase de animales, Génesis 1:24.

Necesitarás animales de peluche.
(Coloque los peluches en la cama.) De todos los peluches, elige tu animal favorito. Te acompañará mientras escuchas la historia.
Dios creó la tierra con hermosas plantas, frutas y flores, con un propósito. Preparó esos hermosos lugares para que fueran el hogar de muchos, muchos animales.
En el sexto día, Dios colocó animales de variadas especies en toda la tierra. De pronto, aparecieron los animales domésticos, o sea, los que podemos tener en nuestra casa como mascotas, como los perritos, los gatitos y las tortugas.
También aparecieron los animales que vemos en el campo, como los caballos, las vacas, los venados, las gallinas, y los animales salvajes, como los leones, los osos, los hipopótamos, los elefantes. Dios también hizo los animales que se arrastran, como los cocodrilos y las serpientes.
Cuando vas al zoológico, ¿qué animal te gusta observar más? Muchas veces no podemos acercarnos a esos animales que nos gustan porque son muy peligrosos.
Pero cuando estemos en el cielo con Jesús, todos serán mansos y jugaremos con ellos sin temor, porque serán inofensivos.

HABLA CON JESÚS
Te doy gracias, Jesús, por los hermosos animales que creaste. Quiero ir al cielo muy pronto para poder jugar con todos. En tu nombre, amén.

Tomado de lecturas devocionales para preescolares 2017
¡PEQUEÑAS SONRISAS!
Por: Míriam Rodríguez Carrillo 
#PequeñaSonrisas  #MeditacionesMatutinas #DevociónMatutinaParaPreescolares #vigorespiritual #plenitudespiritual #FliaHernándezQuitian

“DESTRUYE” A TUS ENEMIGOS

“No te dejes vencer por el mal. Al contrario, vence con el bien el mal” (Rom. 12:21).

Se cuenta que, un día, un emperador recibió el aviso de que en una región de su imperio había un grupo de hombres sublevándose. Inmediatamente, el emperador dispuso a sus hombres de confianza para salir a sofocar la revuelta. “¡Síganme, que vamos a destruir a mis enemigos!”, fue lo que gritó el emperador para dar la orden de partida.
Cuando el emperador y sus tropas llegaron al lugar donde se habían atrincherado los rebeldes, aquel comenzó a tratarlos con gran respeto. Serenamente, con palabras amables, e incluso se podría decir que con cariño, les pidió razón de sus protestas. Los hombres que acompañaban al emperador estaban sorprendidos. ¿Cómo era posible que no hubiese ordenado la muerte de un solo rebelde, ni tan siquiera su castigo; o al menos que hubiera sido más duro con ellos? Les parecía muy extraña tanta bondad.
Sin embargo, los resultados de aquella manera de enfrentar la situación de crisis fueron inmediatos: los rebeldes abandonaron su posición y prometieron obediencia al emperador. La revuelta se había disuelto sin hacer uso de la espada. Y la gratitud de aquellos hombres por haber sido tratados con respeto tuvo frutos inmediatos.
Cuando cabalgaban el emperador y sus tropas ya de vuelta a casa, uno de los hombres le preguntó:
-¿De esta manera cumple su Excelencia su promesa?
-¿Qué promesa? -quiso saber el emperador.
-Usted dijo que veníamos a destruir a sus enemigos. Y, sin embargo, los ha perdonado a todos.
Entonces el emperador dijo con ternura:
-Sí, yo prometí destruir a mis enemigos. Y todos ustedes pueden ver que ya no queda ninguno. Los he destruido, pero con mis propias armas.
Querido amigo, no hay arma más poderosa para vencer el mal que el bien. Recuérdalo cuando alguien haga algo que no te guste, y te sientas tentado a vengarte.

Tomado de lecturas devocionales para Menores 2017
¡SALTA!
Por: Patricia Navarro 
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¡TU CARA RESPLANDECE!

“Bajó Moisés del monte Sinaí llevando las dos tablas de la ley; pero al bajar del monte no se dio cuenta de que su cara resplandecía por haber hablado con el Señor” (Éxodo 34:29).

Mi novio echó un vistazo a mi cara a través de la ventana y de inmediato supo que yo estaba hablando por teléfono con otro muchacho. Estábamos en un campamento de verano. Era tarde en la noche y yo me había despedido de mi novio horas antes, diciéndole que me iba a la cama (cosa que pensaba hacer). Pero, justo cuando había apagado la luz, mi mejor amigo me llamó. Desde que había entrado la llamada, yo había estado de pie, hablando con él en el teléfono público de la recepción. Me sorprendió saber que mi novio sabía exactamente con quién estaba hablando. Él había regresado, más tarde esa noche, para revisar algunos equipos y, al pasar por la ventana del hospedaje de las muchachas, me vio hablando por teléfono. Me dijo que se le rompió el corazón al ver mis ojos brillando y la sonrisa dibujada en mi cara (y yo lamento haberle roto el corazón). Él sabía que solo podía estar hablando con una persona, mi mejor amigo, y que yo estaba enamorada de él. Yo no me di cuenta de que mi cara cambiaba cuando hablaba con mi mejor amigo en ese entonces, y supongo que todavía lo hace (él es mi esposo ahora, aunque en ese momento yo no era del todo consciente de mis sentimientos por él). Algunas personas afirman que mis ojos todavía brillan cada vez que el teléfono suena y es él.
De la misma manera, el pueblo de Israel no tenía que preguntarse con quién había estado hablando Moisés cuando bajó del monte. Sabían exactamente quién era, porque “su cara resplandecía por haber hablado con el Señor”. El texto dice que Moisés no era consciente de ello, pero todos los demás sí. Era obvio. De hecho, le pidieron que cubriera su rostro porque los asustaba (lee Éxo. 34:29-35).
Cuando pasamos tiempo con alguien que amamos, se nota. Y funciona de la misma manera si compartes momentos con el Señor. Cuando pasas tiempo en su presencia, se nota no solo en tu cara, sino también en tu vida. Comienza a ser obvio que hay algo diferente en ti; y aunque tú tal vez no lo notes, los demás sí. Así que, adquiere el hábito de pasar tiempo a solas con Dios y la gente se dará cuenta. MH


Tomado de lecturas devocionales para Adolescentes 2017
FUSIÓN
Por: Melissa y Greg Howell
#Fusión # UnPuntoDeEncuentroEntreTúyDios #MeditacionesMatutina #DevociónMatutinaParaAdolescentes #vigorespiritual #plenitudespiritual #FliaHernándezQuitian

EL EFECTO DE SONIDO DE DIOS

“La voz de tu trueno estaba en el torbellino; tus relámpagos alumbraron el mundo; se estremeció y tembló la tierra” (Sal. 77:18).

A veces, Dios responde a nuestras oraciones en las formas más Inesperadas e Interesantes. MI esposo y yo servimos como misioneros en África hace unos años. Cuando estaba trabajando como auditor, lo acompañé en algunos de sus largos viajes. Me gustaba dar alguna charla durante las reuniones del fin de semana. En uno de nuestros viajes de auditoría, el pastor de la iglesia local me invitó a dar el sermón. En ese momento, yo acababa de perder a mi madre, y mi corazón se sentía profundamente triste y solitario. Temprano aquella mañana en que yo debía predicar, se me ocurrió abrir un sobre que contenía fotos de mí madre. Se me llenaron los ojos de lágrimas. Lloré durante una hora, aproximadamente. Una mirada en el espejo reveló que mis ojos estaban hinchados. ¡No podía pararme frente a una congregación con aquel aspecto! Oré fervientemente para que me liberaran del compromiso de predicar. “Por favor, Señor”, le imploré, “envía a alguien para que ocupe mi lugar”.
Fui a la iglesia temprano, con la esperanza de encontrar a un pastor o a otro misionero que estuvieran de visita -o a cualquiera que pudiera predicar en mi lugar- Tomé asiento en la banca de atrás, mirando a cada persona que entraba en el templo. Pronto llegó el momento de la predicación, y tenía que prepararme para ¡r al frente. Dios no había enviado a nadie, y yo tenía que predicar. Sin embargo, admito que estaba renuente, como Jonás.
A pocos minutos de haber comenzado el sermón, narré una parábola africana que tenía que ver con la erupción de un volcán. Con gran expresión, dije: “De repente, ¡una fuerte explosión dividió el aire!” La palabra “aire” estaba apenas fuera de mi boca, cuando el fuerte sonido de un trueno nos sacudió a todos. Esperé unos minutos a que la reacción se calmara, luego miré a la congregación y noté algunas miradas extrañas. Al final del culto, un buen número de personas comentó aquel “efecto de sonido”. Un hombre me preguntó: “¿Le pediste a Dios ese trueno?” Admití que no… pero que había llegado como una sorpresa perfecta. Lo más increíble es que antes del culto el cielo estaba totalmente despejado.
Me gusta pensar que Dios me habló en ese trueno, reafirmando mi comisión a través de mi compromiso de predicar a pesar de mi dolor. ¡Qué Dios tan maravilloso tenemos!  Bienvisa Ladion Nebres

Tomado de lecturas devocionales para Damas 2017
VIVIR EN SU AMOR    
Por: Carolyn Rathbun Sutton – Ardis Dick Stenbakken
#VivirEnSuAmor #MeditacionesMatutinas #DevociónMatutinaParaMujeres #vigorespiritual #plenitudespiritual #FliaHernándezQuitian

FRACASAR MIL VECES, Y MIL VECES VOLVER A INTENTARLO

“Y dijo Faraón a José: Yo soy Faraón; y sin ti ninguno alzará su mano ni su pie en toda la tierra de Egipto” (Génesis 41:44).

Ese 25 de enero de 1989, Michael “Air” Jordán alcanzaba la marca de diez mil anotaciones en su quinta temporada. Jordán fue uno de los mejores jugadores de la NBA, y el mejor anotador de la historia. Considerado como el mejor jugador de básquetbol de todos los tiempos, se destacó por su rapidez, elegancia e inteligencia.
Aunque poseía grandes dotes naturales para los deportes, “Air” Jordán era fanático del trabajo duro. Afirmó: “Siempre he creído que si trabajas, los resultados vendrán solos. No hago las cosas a medias porque sé que, si lo hago, entonces solo puedo esperar resultados a medias”. Estaba convencido de que para alcanzar un sueño, debes intentarlo: “Algunas personas quieren que algo ocurra, otras sueñan con que algo pasará; otras, hacen que suceda”.
No era triunfalista y reconoció que, para alcanzar el éxito, el camino está plagado de fracasos e intentos fallidos. “He fallado más de nueve mil tiros en mi carrera. He perdido casi trescientos partidos. Veintiséis veces han confiado en mí para tomar el tiro que ganaba el partido, y lo he fallado. He fracasado una y otra vez en mi vida, y es por eso que tengo éxito”.
En la Biblia, tenemos el ejemplo de grandes hombres de fe que, a pesar de “fracasar” una y otra vez, prosiguieron sin claudicar en sus convicciones. Por ejemplo, José. Por mantenerse firme en sus convicciones pasó, repentinamente, de ser el niño minado de la casa a convertirse en esclavo en tierra extraña. Y cuando todo parecía favorable en casa de su amo Potifar, todo se derrumbó cuando la mujer de este, despechada, no pudo hacerlo transgredir sus principios morales.
En un oscuro calabozo de Egipto, lejos de su tierra y sin conocidos, podría haber abandonado sus principios; después de todo, gracias a sus convicciones estaba donde estaba. Sin embargo, decidió intentarlo nuevamente. El director de la prisión notó su conducta intachable y le confió responsabilidades que ningún otro preso podría llevar. Después de fracasar, perder, sufrir, y trabajar y trabajar, llegó el éxito: pasó a ser el segundo del imperio más poderoso de la Tierra. Pero no se la creyó. Reconoció que era Dios quien lo había puesto allí; y hasta el fin de sus días decidió depositar su confianza en el Todopoderoso.
Probablemente, estés cansado de intentarlo una y otra vez. Quizá te hayas levantado con ganas de tirar todo por la borda. Pero, no olvides a José. Decide seguir confiando en Dios y seguir intentándolo. Dios, a su tiempo y a su manera, responderá

Tomado de lecturas devocionales para Jóvenes 2017
UN DÍA HISTÓRICO
Por: Pablo Ale – Marcos Blanco
#UnDíaHistórico #MeditacionesMatutinas #DevociónMatutinaParaJovenes #vigorespiritual #plenitudespiritual #FliaHernándezQuitian

EL GRAN EDUCADOR

«Confía en Jehová con todo tu corazón y no te apoyes en tu propia prudencia». Proverbios 3: 5

La Biblia presenta la verdad con tal sencillez y tal adaptación a las necesidades y deseos del corazón humano, que ha asombrado y maravillado a las mentes mejores dotadas, y al mismo tiempo ha explicado el camino de la vida al humilde e ignorante. «El que ande por este camino, por torpe que sea, no se extraviará» (Isa. 35: 8). Ni aun un niño tiene que errar en el camino. Ningún estudiante humilde tiene por qué extraviarse del camino de la luz pura y santa. Sin embargo, las verdades expuestas con gran sencillez encierran temas excelsos, de vasto alcance, infinitamente superiores a nuestra capacidad de comprensión, misterios que son el cobijo de su gloria, misterios que sobrepasan nuestra capacidad de investigación, pero que inspiran fe y reverencia al sincero buscador de la verdad. Cuanto más escudriñamos la Biblia, tanto más profunda es nuestra convicción de que es la Palabra del Dios viviente, y la razón humana se inclina ante la majestad de la revelación divina. El Señor quiere que las verdades de su Palabra sean conocidas por el escudriñador diligente. Aunque «las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios», «las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos». (Deut. 29: 29). La idea de que ciertas secciones de la Biblia no pueden ser entendidas, ha inducido a descuidar algunas de sus verdades más fundamentales. Es necesario recalcar contantemente el hecho de que los misterios de la Biblia no están ahí porque Dios haya tratado de ocultarnos la verdad, sino porque nuestra debilidad e ignorancia nos hacen incapaces de comprender o asimilar la verdad. El límite no lo ha fijado Dios, sino nuestra capacidad. El Señor desea que comprendamos tanto como lo permita nuestro intelecto, precisamente aquellas partes de las Escrituras que a menudo se pasan por alto por haber sido consideradas como imposibles de comprender. «Toda la Escritura es inspirada por Dios […], a fin de que el hombre de Dios sea […] enteramente preparado para toda buena obra» (2 Tim. 3:16-17).
Es imposible para cualquiera de nosotros abarcar completamente siquiera una verdad o una promesa de la Biblia. Uno comprende la gloria desde un punto de vista, otro desde otro, y sin embargo, solamente podemos percibir destellos. La plenitud del brillo está fuera del alcance de nuestra limitada visión.
Al contemplar las grandes verdades de la Palabra de Dios, observamos una fuente que se amplía y profundiza bajo nuestra mirada. Su amplitud y profundidad sobrepasa nuestro entendimiento. Al mirar, la visión se expande; contemplamos extendido delante de nosotros un mar sin límites.— La educación, cap. 18, pp. 154-155.

Tomado de lecturas devocionales para Adultos 2017
DE VUELTA AL HOGAR
Por: Elena G. de White
#DeVueltaAlHogar #MeditacionesMatutinas #DevocionMatutinaParaAdultos #vigorespiritual #plenitudespiritual #FliaHernándezQuitian