«Los ojos en las cuencas» (Zacarías 14:12).
«Los ojos en las cuencas». ¡Eso es asombroso! Si pudiéramos hacernos pequeñitos, montarnos sobre la nariz de alguien y mirar dentro de sus ojos, veríamos algo sorprendente. Hemos visto los globos oculares y en verdad son asombrosos, pero estoy hablando de las cuencas de los ojos, el espacio donde los ojos están metidos.
La cabeza está compuesta por ocho huesos que encajan perfectamente entre sí para formar un escudo perfecto que protege tu cerebro, un órgano blandito y muy delicado. Tus ojos también son blanditos, y por lo tanto también necesitan protección. El único problema es que, a diferencia del cerebro, los ojos están fuera de nuestra cabeza. ¿Qué hizo Dios, nuestro maravilloso Creador; para protegerlos? Los metió en unas cuencas de hueso u orificios que los protegen por todos los lados menos por uno. Pero tranquilo, también hizo unos huesos que sobresalen más allá de tus ojos para proteger la parte que queda expuesta. ¡Qué c ase de diseño!
Dios sabe perfectamente cómo protegernos a ti y a mí. Incluso en esos momentos en que nosotros no sabemos cómo protegernos a nosotros mismos, él siempre tiene una manera de hacerlo. Corre hacia Jesús, tu protector, y siente la seguridad de sus poderosos brazos de amor
Tomado de Devocionales para menores
Explorando con Jesús
Por Jim Feldbush