domingo, 16 de agosto de 2009

BENDICIONES DE LA ORACIÓN

Alégrense en la esperanza, muestren paciencia en el sufrimiento, perseveren en la oración (Romanos 12:12). Las palabras del apóstol Pablo nos invitan a vivir con gozo porque tenemos una esperanza, y así podremos soportar todo lo que nos hace sufrir fortaleciéndonos con la oración. ¡Cuánta bendición tenemos al hablar con Jesús como con un amigo! Eso significa confesarnos ante él como realmente somos y esperar la solución a nuestros problemas y sufrimientos. Al estar cerca de la vejez, puedo recordar muchos milagros que Dios ha hecho en mi familia. A lo largo de mi vida he experimentado oraciones contestadas que llamo milagros, pues son situaciones inexplicables que no siguen la lógica humana:
1. Cuando mi hijito de dos años comenzó a tartamudear y hablar con dificultad, la radiografía mostró fractura de cráneo. Fue hospitalizado y a los tres días otra radiografía mostró una extraña «cicatriz» en el cráneo y el niño ya no tuvo problema para hablar.
2. Cuando mis hijos crecieron y no teníamos dinero para enviarlos a la universidad adventista, dos personas en diferente tiempo me ofrecieron una ayuda muy oportuna: pagaron sus gastos sin que yo se los pidiera. Ahora estos tres hijos son fieles miembros de iglesia que han puesto sus talentos al servicio de Dios.
3. Cuando mi hijo menor tenía 11 años Dios milagrosamente lo salvó de una enfermedad que lo había invadido totalmente.
4. Cuando mi yerno fue secuestrado durante más de veinticuatro horas, mi hija y yo pedimos a Dios que regresara sano y salvo; y Dios contestó esta oración.

Recordar tiempos pasados, palpar el maravilloso amor de Dios, me permite gozar y agradecer a Dios las bendiciones presentes y aumentar mi fe en un futuro precioso al lado de mi Salvador.

Nidia Vidales de Santos
Tomado de la Matutina Manifestaciones de su amor.

LA PRIMERA MENTIRA

Además, los que viven saben que han de morir, pero los muertos ni saben nada ni ganan nada. Eciesiastés 9: 5

El pastor John Glass comprobó su agenda. Cita con el dentista, el martes a las 3:30. Ir al dentista no era, precisamente, algo divertido; en particular cuando lo que había que hacer era una extracción. Pero un hombre tiene que hacer lo que tiene que hacer. Cuando el pastor John llegó al dentista, se sentó en la silla. —Antes de empezar a trabajar en sus dientes, le daré algo que le quitará el dolor —dijo el dentista. «Ahora viene lo peor», pensó el pastor. Y se dispuso a recibir el "pequeño pinchazo", como decía el dentista. Pero algo fue mal. El dentista debió tocar un nervio porque, de repente, el pastor John estaba flotando sobre la silla del dentista y mirándose a sí mismo. Tenía una experiencia extracorpórea. La historia acabó bien. El pastor regresó a la tierra y se fue a casa sin nada más que una mandíbula hinchada y una nueva comprensión de las experiencias extracorpóreas. A veces, las personas tienen experiencias extracorpóreas cuando están a punto de morir. Las personas que no saben qué dice la Biblia sobre la muerte, presuponen que esas experiencias son la prueba irrefutable de que el "alma" abandona el cuerpo y se va al cielo. La historia del pastor John demuestra que esas extrañas experiencias no son más que una interferencia en el cerebro. La primera mentira de Satanás fue: «No morirán» y todavía la promueve hoy en día. Si queremos saber la verdad sobre la muerte, no debemos preguntar a las personas. Tenemos que ir a la Biblia y ver qué dice. Podemos confiar en ella porque es la Palabra de Dios y todo lo que él dice es verdad.

Tomado de la Matutina El Viaje Increíble.

FE DE GIGANTE

Entonces dijo David al filisteo: «Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado».1Samuel 17: 45

Los niños se apasionan con el relato del enfrentamiento entre el joven David y el gigante Goliat. También los adultos nos maravillamos con el extraordinario relato y somos proclives a extraer de la historia lecciones edificantes para nuestra vida espiritual. David se enfrentó a un temible enemigo prácticamente desarmado, sin espada ni armadura y sin experiencia de combate. Decidió pelear de manera ordinaria para ganar una victoria extraordinaria. Se cree que Goliat medía entre tres y cuatro metros de altura y que pesaba varios cientos de kilos. Tenía armas pesadas y su aterrador aspecto llenaba de terror los corazones de todo el ejército de Saúl. Según la lógica humana, David no estaba a la altura de semejante reto. El propio David comprendió de inmediato que, más allá de la evidencia física, aquella batalla era de naturaleza espiritual. Era una batalla entre Dios y Satanás, el enemigo de nuestras almas. Era una de las batallas del conflicto de los siglos, i En nuestra vida se presentan constantemente problemas y desafíos que, cual poderosos gigantes, parecen invencibles. Quizá el Goliat en tu vida venga en forma de un endeudamiento, la muerte de un ser querido, la salida del hogar de un hijo adolescente, la noticia de alguna enfermedad grave, una relación rota o la traición de un amigo. Saber cómo responder a estos problemas gigantescos es de importancia crítica para nuestro crecimiento espiritual. Dios no quiere que nos hundamos en la duda y la preocupación. El Señor tiene un plan para desarrollar nuestra fe. Por eso a menudo nos permite afrontar la adversidad y desafíos de todo tipo. Dios "estira" nuestra fe y profundiza nuestra dependencia de él. Satanás, en cambio, procura hacernos sentir derrotados y desalentados. Trabaja en nuestras emociones tratando de hacernos creer que no somos dignos del amor y el afecto de Dios. Sin embargo, Satanás no puede derrotar el amor de Dios. El Señor no nos ama por lo que hacemos, sino por lo que su Hijo hizo por nosotros en la cruz del Calvario. No hay nada que podamos hacer para ser dignos del amor incondicional de Dios. Simplemente está ahí para que lo tomemos. ¿Enfrentas un inmenso problema hoy? Cualquiera que sea, haz lo que hizo David: Echa mano de la gran verdad de que Dios te ama con amor constante, te salgan las cosas bien o menos bien. Él no permitirá que experimentes la derrota. Pueda ser que pases momentos de fracaso y que la vida no siempre sea como la planeaste, pero al final Dios será glorificado y tú serás bendecido.

Tomado de la Matutina Siempre Gozosos.