Lugar: California, EE UU
Palabra de Dios: Mateo 5:14
En 1971, dos bomberos estaban jugando a la pelota, tirándosela uno al otro, en Livermore, California, cuando accidentalmente le pegaron a una bombilla de luz que colgaba del cielorraso. Esperaban que rompiera en mil pedazos, pero la bombilla siguió dando una tenue luz amarillenta, que siguió brillando durante años y años.
¿Cuántos años llevaba allí esa bombilla? Un periodista del diario local se enteró del hecho y decidió investigar. Descubrió que la compañía Livermore Power and Light había regalado la bombilla al departamento de Bomberos Voluntarios en 1901.
La bombilla, de cuatro vatios, había estado iluminando continuamente, como luz de noche, sobre los camiones de bomberos. Y aunque la vida útil promedio de una bombilla de luz es de entre 750 y 1.000 horas (30 a 40 días, si está encendida todo el tiempo), esa bombilla ha estado encendida desde 1901 excepto por breves cortes de luz.
Cuando el Departamento de Bomberos se mudó a un edificio nuevo en 1976, transportó cuidadosamente la bombilla a la nueva estación, del otro lado del pueblo. A los pocos minutos la encendieron, y una vez más la bombilla Livermore brilló. Lo último que escuché es que todavía funcionaba en el año 2001, cumpliendo 100 años: la bombilla que funcionaba más antigua del mundo.
La bombilla Livermore es un gran ejemplo de una luz que se mantiene brillando y brillando. Y eso es lo que Jesús quiere que hagamos: que sigamos brillando para él. Desea que ayudemos a comunicar el amor de Dios, por medio de nuestras palabras y acciones.
En el Sermón del Monte, Jesús dijo: "Ustedes son la luz del mundo". Y, con su ayuda, podemos ser como la bombilla Livermore y brillar continua y consecuentemente, para él.
Tomado de Devocionales para menores
En algún lugar del mundo
Por Helen Lee Robinson
Palabra de Dios: Mateo 5:14
En 1971, dos bomberos estaban jugando a la pelota, tirándosela uno al otro, en Livermore, California, cuando accidentalmente le pegaron a una bombilla de luz que colgaba del cielorraso. Esperaban que rompiera en mil pedazos, pero la bombilla siguió dando una tenue luz amarillenta, que siguió brillando durante años y años.
¿Cuántos años llevaba allí esa bombilla? Un periodista del diario local se enteró del hecho y decidió investigar. Descubrió que la compañía Livermore Power and Light había regalado la bombilla al departamento de Bomberos Voluntarios en 1901.
La bombilla, de cuatro vatios, había estado iluminando continuamente, como luz de noche, sobre los camiones de bomberos. Y aunque la vida útil promedio de una bombilla de luz es de entre 750 y 1.000 horas (30 a 40 días, si está encendida todo el tiempo), esa bombilla ha estado encendida desde 1901 excepto por breves cortes de luz.
Cuando el Departamento de Bomberos se mudó a un edificio nuevo en 1976, transportó cuidadosamente la bombilla a la nueva estación, del otro lado del pueblo. A los pocos minutos la encendieron, y una vez más la bombilla Livermore brilló. Lo último que escuché es que todavía funcionaba en el año 2001, cumpliendo 100 años: la bombilla que funcionaba más antigua del mundo.
La bombilla Livermore es un gran ejemplo de una luz que se mantiene brillando y brillando. Y eso es lo que Jesús quiere que hagamos: que sigamos brillando para él. Desea que ayudemos a comunicar el amor de Dios, por medio de nuestras palabras y acciones.
En el Sermón del Monte, Jesús dijo: "Ustedes son la luz del mundo". Y, con su ayuda, podemos ser como la bombilla Livermore y brillar continua y consecuentemente, para él.
Tomado de Devocionales para menores
En algún lugar del mundo
Por Helen Lee Robinson