domingo, 13 de marzo de 2011

UNA CANCIÓN DE ALABANZA

Cada día te bendeciré y alabare tu nombre eternamente y para siempre (Salmo 145:2)
Aunque el sol había salido en todo su esplendor, para mí era uno de esos días en que parecía no proyectarse ninguna luz. Estaba deprimida. Tenía problemas y no lograba manejarlos más allá de la teoría. Me levanté muy temprano, como cada día, para preparar el almuerzo de mi hijo y, mientras estaba sumida en mi tristeza, algo sucedió que me despertó del letargo. La vecina estaba haciendo reparaciones en su casa y entre los trabajadores, había un cristiano. No sabía a qué denominación pertenecía, pero lo cierto es que le preguntaron cómo había pasado el tin de semana y pletórico de un entusiasmo envidiable, exclamó: «Muy bien, confortado y reformado en Cristo», y acto seguido comenzó a cantar.
Yo me quedé paralizada. ¿Cómo era posible que aquella persona, que seguramente tendría problemas, como todo el mundo, pudiera cantar y alabar a Dios y yo estuviese sumida en una depresión? Entonces yo también me puse a cantar. Elevé una oración y me reconcilié con Dios, le pedí perdón por haberme centrado únicamente en mis problemas y no en sus bendiciones.
Estoy segura de que mí Cristo también sufría con mi dolor. Era muy real, y no estaba en mis manos la solución. La salud parecía alejarse de mi familia y eso me deprimía enormemente. Yo sabía que Cristo podía intervenir, pero a veces las lágrimas no nos dejan ver el rostro amoroso de Jesús.
Es cierto que en esta vida tendremos que afrontar diversos tipos de sufrimiento por causa del pecado, pero nunca dejes que la tristeza te ciegue hasta el punto de que ya no brote melodía de tus labios. Alaba siempre a Dios, cada mañana, a cada momento, porque es el motor que te empuja durante el día y te da la paz durante el descanso de la noche. Iodos somos vulnerables ante el sufrimiento. Suframos al lado de jesús. Siempre nos ayudara que alguien que ha sufrido más que nadie nos escuche y nos comprenda. Deposita en él tu confianza y alábalo. La fe se ejercita con paciencia.
Sea tu oración: «Con mis labios te alabaré y mi corazón rebosará de alegría».

Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera

¿PALABRAS PARA HOY O PALABRAS PARA SIEMPRE?

Aclamad a Jehová, porque él es bueno; porque su misericordia es eterna. 1 Crónicas 16:34.

Para conquistar a la persona que se desea, se emplean varios recursos: el atractivo físico, las miradas, la inteligencia, la seguridad, los planes para el futuro, la simpatía, etc., pero la mayoría de estas cualidades solo se transmiten a través de la palabra. Haciendo uso del habla es que llegamos a comunicar lo que hay en nuestro interior y podemos enamorar a la persona de nuestros sueños.
Tanto jóvenes como señoritas, transmiten frases que quedan grabadas en el corazón de la otra persona y dejan su huella. "Soy todo tuyo", "eres el único", "eres el amor de mi vida", "nadie te amará tanto como yo", "siempre serás el dueño de mi corazón", "sin ti no existo" y otras frases similares, dejan una impronta en quien las recibe que solo el tiempo podrá decir cuan profunda es.
Ahora, ¿cómo puedes saber si la persona que está a tu lado te dice la verdad? ¿Debes creer a aquel que te dice: "seré tuyo para siempre"? ¿Se puede confiar en la dama que expresa: "Mi corazón te pertenece solo a ti"? No pretendo juzgar la intención de quien dice estas frases, pero lo que trato de resaltar es que no siempre lo que se dice hoy se demuestra mañana. Hay cientos de hombres y mujeres que se casaron sumamente enamorados, y que estaban completamente seguros de lo que hacían. Sin embargo, con el paso de los años, llegaron a perder el amor y su matrimonio resultó en un fracaso. Hogares desdichados, hijos abandonados, peleas y recriminaciones destruyeron una familia que alguna vez fue feliz.
Entonces, ¿qué posibilidad hay de que quien dice esas hermosas palabras las seguirá sintiendo con el paso del tiempo? ¿Cuan seguro puedes estar de que aquel que te dice: "Seré tuyo/a para siempre" continuará sintiendo lo mismo a los cincuenta años?
La única seguridad se encuentra en Dios, "porque él es bueno; porque su misericordia es eterna". El éxito en el amor conyugal depende tanto de nuestra elección como de nuestro compromiso. Dios puede ayudarnos a encontrar a nuestro compañero(a), y a convivir con él o ella en felicidad. Por esa razón, no dudes en consultarle a Dios todos tus planes y proyectos con la persona que amas, pero también debes estar dispuesto a aceptar su voluntad. Aunque no siempre la comprendas, la voluntad de Dios para tu vida, siempre representa lo mejor.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuela

CONTENTAMIENTO

Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento. 1 Timoteo 6:6.
El teléfono celular suena en el momento exacto en que empiezo a escribir este devocional. No puede haber peor hora. Es un amigo, que llama para preguntar cómo está el clima por aquí. Estoy corriendo contra el tiempo, para entregar los manuscritos a la editora. Necesito concentrarme pero, de vez en cuando, el celular distrae mi atención.
Al terminar la llamada, me pregunto: ¿Cómo viví sin celular y fui feliz? Nadie murió; viví bien; nada de lo que debía ser hecho dejó de ser hecho. ¿Por qué, entonces, el celular, hoy, es considerado una herramienta indispensable? ¿Acaso los ejecutivos que erigieron las grandes empresas del pasado tenían celulares?
No quiero disminuir la importancia de la tecnología; muchos elementos llegaron para facilitar la vida. Pero ¿siempre es así? ¿Cuál es el límite entre la necesidad y el consumismo?
Henry David Thoreau, filósofo y poeta estadounidense del siglo XIX, decía que la riqueza de una persona es directamente proporcional al número de cosas sin las cuales él puede vivir.
La cultura del consumismo, en la que vivimos, nos hace sentir infelices si acaso no tenemos todo lo que las propagandas nos quieren vender. El ser humano actual no se satisface con nada; siempre desea lo que se inventa de nuevo. "Muchos saben el precio de todo, pero no saben el valor de nada", dijo alguien. El negocio de la publicidad es ofrecer, y el nuestro, comprar. Y entonces llegamos a la conclusión de que ganamos poco; y somos infelices.
Se cuenta la historia de un campesino que vio llegar a su nuevo vecino, descargando los enseres domésticos más adelantados y sofisticados.
-Vecino -le dijo-, si necesita de algo, avíseme; yo le enseñaré cómo se vive sin eso.
El versículo de hoy habla de contentamiento. En el original griego, la palabra es Autarkeia, que significa ser feliz con lo que se tiene; disfrutar al máximo de lo que se posee.
El consejo de San Pablo no es una apología de la mediocridad. Dios colocó en el ser humano la capacidad de soñar, para apuntar alto. Pero, a medida que avanzas, sé feliz y agradecido a Dios por lo que tienes. Haciendo así, solo ganas porque "gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento".

Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón