No temas porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú (Isaías 43:1). Y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón (Jeremías 29:13).
Cuando me llamaron por primera vez para trabajar en países distantes, comencé a coleccionar cucharillas pequeñas, como souvenirs que con-memoraban los lugares que había visitado. Quería recordarlos con algo que llevara su nombre.
Después de algunos años, tenía una gran colección. Encontré marcos para las cucharas, para poder colgarlas en la pared, y comencé a ubicarlas en el orden que las había conseguido. Algunas están grabadas con diseños intiincados y forman un lindo cuadro en la pared con diferentes formas, brillos y colores.
Cuando terminé de llenar uno de los marcos con las cucharas pequeñas de tierras extranjeras, encontré otro para las cucharas más pequeñitas del interior de mi país. Pronto necesité otro marco, para las que había comprado en parques nacionales y lugares turísticos.
Ahora tengo tres marcos llenos de pequeñas cucharas. Son un recuerdo muy inspirador de mis viajes, y disfruto mostrando cada una de ellas a mis amigos cuando me visitan, nombrando los lugares que visité uno por uno. ¡Que hermosos recuerdos vienen a mi mente cada vez que miro las pequeñas cucharas! Esta experiencia me hace recordar los versículos de hoy acerca de nuestro salvador. Quiero buscarlo a él así como busqué cada una de esas pequeñas cucharas. Y estoy feliz de saber que él tiene una colección de nuestros nombres escritos en el Libro de la Vida. Pronto un día Jesús vendrá, y reunirá a los pueblos de la tierra para su Reino en los cielos. "Y serán para mí especial tesoro, ha dicho Jehová de los ejércitos, en el día en que yo actúe" (Mal. 3: 17). Él nos conoce por nombre, y nos llama hoy para que formemos parte de su colección de personas redimidas que seremos reunidas en su Reino para siempre.
Querido Señor, te agradezco hoy por las promesas de que podemos estar contigo. Ven pronto a llevarnos al hogar, donde tú estás.
Cuando me llamaron por primera vez para trabajar en países distantes, comencé a coleccionar cucharillas pequeñas, como souvenirs que con-memoraban los lugares que había visitado. Quería recordarlos con algo que llevara su nombre.
Después de algunos años, tenía una gran colección. Encontré marcos para las cucharas, para poder colgarlas en la pared, y comencé a ubicarlas en el orden que las había conseguido. Algunas están grabadas con diseños intiincados y forman un lindo cuadro en la pared con diferentes formas, brillos y colores.
Cuando terminé de llenar uno de los marcos con las cucharas pequeñas de tierras extranjeras, encontré otro para las cucharas más pequeñitas del interior de mi país. Pronto necesité otro marco, para las que había comprado en parques nacionales y lugares turísticos.
Ahora tengo tres marcos llenos de pequeñas cucharas. Son un recuerdo muy inspirador de mis viajes, y disfruto mostrando cada una de ellas a mis amigos cuando me visitan, nombrando los lugares que visité uno por uno. ¡Que hermosos recuerdos vienen a mi mente cada vez que miro las pequeñas cucharas! Esta experiencia me hace recordar los versículos de hoy acerca de nuestro salvador. Quiero buscarlo a él así como busqué cada una de esas pequeñas cucharas. Y estoy feliz de saber que él tiene una colección de nuestros nombres escritos en el Libro de la Vida. Pronto un día Jesús vendrá, y reunirá a los pueblos de la tierra para su Reino en los cielos. "Y serán para mí especial tesoro, ha dicho Jehová de los ejércitos, en el día en que yo actúe" (Mal. 3: 17). Él nos conoce por nombre, y nos llama hoy para que formemos parte de su colección de personas redimidas que seremos reunidas en su Reino para siempre.
Querido Señor, te agradezco hoy por las promesas de que podemos estar contigo. Ven pronto a llevarnos al hogar, donde tú estás.
Bessie Siemens Lobsien
Tomado de Meditaciones Matinales para la mujer
Mi Refugio
Autora: Ardis Dick Stenbkken
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Autora: Ardis Dick Stenbkken