Crean que ya han recibido todo lo que estén pidiendo en oración, y lo obtendrán (5. Marcos 11:24).
Eran como las diez de la noche cuando sonó el teléfono. Era mi hija mayor que me dijo apresuradamente: «Mamá, ora por Doris, pues el automóvil está fallando. Ella va de la iglesia rumbo a su casa y tiene problemas con su auto, yo te vuelvo a hablar en veinte minutos». De inmediato llamé a dos señoritas que estaban en casa, ya que mi esposo se encontraba de viaje, y en ese mismo instante nos arrodillamos: «Señor, guarda a mi hija de cualquier peligro, permite que ella sienta la seguridad de tu compañía, no permitas que nada malo le suceda». Mi oración fue corta, pero la hice con mucha fe. No pude esperar los veinte minutos que me dijo Fanny, así que tomé el teléfono y le marqué a Doris. Entonces, me respondió: «Mamá, acabo de tener un accidente». «Hija, ¿estás bien?», le pregunté angustiada. «Sí mamá, luego te hablo. La policía está aquí, la ambulancia y los bomberos, pero estoy bien, comentó con cierta seguridad». Después de lo que me pareció una larga espera, me habló y me contó lo que le había sucedido. A su auto le falló el alternador y se detuvo en medio de la carretera, en un lugar apartado. Ella había tratado de volver a encenderlo, pero había sido inútil. De repente aparecieron dos hombres que le ofrecieron ayuda y trataron de sacar el vehículo de la carretera, pero no fue posible. Así que le dijeron que debía salirse del auto porque estaba en peligro de que alguien viniera por detrás y le pegara. Ella se salió en seguida. Mientras marcaba el número de teléfono de emergencias, sucedió lo que aquellos dos hombres le habían dicho. Tengo la seguridad que fue Dios quien envió a esos señores para ayudarla y orientarla. Estoy segura de que Dios salvó a mi hija esa noche, pues el auto fue declarado como pérdida total, pero ella no sufrió ni un rasguño. ¿Has experimentado la oración en momentos difíciles? Te invito a que durante este día entres en plena comunión con Dios, ya sea que tengas un día de bonanza, o ya sea que tengas en él dificultades. Recuerda, Dios siempre está listo para darnos lo que necesitamos.
Eran como las diez de la noche cuando sonó el teléfono. Era mi hija mayor que me dijo apresuradamente: «Mamá, ora por Doris, pues el automóvil está fallando. Ella va de la iglesia rumbo a su casa y tiene problemas con su auto, yo te vuelvo a hablar en veinte minutos». De inmediato llamé a dos señoritas que estaban en casa, ya que mi esposo se encontraba de viaje, y en ese mismo instante nos arrodillamos: «Señor, guarda a mi hija de cualquier peligro, permite que ella sienta la seguridad de tu compañía, no permitas que nada malo le suceda». Mi oración fue corta, pero la hice con mucha fe. No pude esperar los veinte minutos que me dijo Fanny, así que tomé el teléfono y le marqué a Doris. Entonces, me respondió: «Mamá, acabo de tener un accidente». «Hija, ¿estás bien?», le pregunté angustiada. «Sí mamá, luego te hablo. La policía está aquí, la ambulancia y los bomberos, pero estoy bien, comentó con cierta seguridad». Después de lo que me pareció una larga espera, me habló y me contó lo que le había sucedido. A su auto le falló el alternador y se detuvo en medio de la carretera, en un lugar apartado. Ella había tratado de volver a encenderlo, pero había sido inútil. De repente aparecieron dos hombres que le ofrecieron ayuda y trataron de sacar el vehículo de la carretera, pero no fue posible. Así que le dijeron que debía salirse del auto porque estaba en peligro de que alguien viniera por detrás y le pegara. Ella se salió en seguida. Mientras marcaba el número de teléfono de emergencias, sucedió lo que aquellos dos hombres le habían dicho. Tengo la seguridad que fue Dios quien envió a esos señores para ayudarla y orientarla. Estoy segura de que Dios salvó a mi hija esa noche, pues el auto fue declarado como pérdida total, pero ella no sufrió ni un rasguño. ¿Has experimentado la oración en momentos difíciles? Te invito a que durante este día entres en plena comunión con Dios, ya sea que tengas un día de bonanza, o ya sea que tengas en él dificultades. Recuerda, Dios siempre está listo para darnos lo que necesitamos.
Rocio Barrera de Velásquez
Tomado de la Matutina Manifestaciones de su amor.
Tomado de la Matutina Manifestaciones de su amor.