«Salid al monte y traed ramas de olivo, de olivo silvestre, de arrayán, de palmeras y de todo árbol frondoso, para hacer tabernáculos, como está escrito» (Nehemías 8:15).
El pueblo de Israel estaba feliz porque finalmente había regresado de la esclavitud de Babilonia. Al leer la ley de Dios descubrieron que Dios les había ordenado observar una festividad especial llamada la Fiesta de los Tabernáculos. Así que salían a la naturaleza a buscar ramas de diferentes árboles para hacer los tabernáculos. Después que los armaban, la gente vivía en ellos durante unos días para celebrar la cosecha de la temporada de frutas.
El arrayán, una de las plantas de las cuales tomaban las ramas, es una planta de hoja perenne. Las plantas de hoja perenne tienen cierta clase de hojas que no se caen con el frío del invierno. Por eso se les conoce con ese nombre. El arrayán tiene un aroma muy especial. Debe de haber sido muy agradable sentarse debajo de la sombra de uno de esos tabernáculos con ese fresco aroma alrededor
¿Eres tú como un arrayán para los que te rodean? ¿La gente que te rodea disfruta de estar contigo porque eres fresco y los haces sentir bien? Espero que sí. Cuando la gente te pregunte por qué eres tan agradable, diles que es porque Jesús regocija tu vida.
Tomado de Devocionales para menores
Explorando con Jesús
Por Jim Feldbush