Antes que me llamen, yo les responderé; todavía estarán hablando cuando ya los habré escuchado (Isaías 65:24).
Durante el tiempo que mi esposo cursó sus estudios profesionales pasamos momentos de una enorme limitación económica. En una ocasión teníamos tan solo tres monedas de diez pesos; se acercaban fechas de exámenes y eso exigía trabajos, copias fotostáticas, etcétera. Mi corazón se sentía desalentado y no sabíamos qué hacer; era viernes, a unas horas del día sábado. Entonces me arrodillé y le pedí a Dios que nos ayudara, él era el único que podía auxiliarnos. Cuando terminé de orar le dije a mi esposo que iba a ver a una amiga que me conocía desde que era niña. Al llegar a su casa ella estaba sentada, escuchaba la radio y le pregunté qué hacía, ya que la noté muy atenta al transmisor. Tenía cerca el teléfono y me dijo que quería ganar unos vales de despensa que regalaban si marcaba a la estación al escuchar una clave. Me propuso que marcara. Me causó risa y me negué, pero ella me insistía, así que decidí marcar no tanto porque lo creyera, más bien por corresponder a mi amiga. Mi sorpresa fue cuando escuché en la radio mi propia voz, al preguntarme mi nombre mencionaron que era la ganadora de los vales de despensa. ¡Una vez más me di cuenta que Dios me ayuda! Mi corazón estaba contento y lloraba de alegría y agradecimiento al cielo. Sin duda alguna el Espíritu Santo me condujo para ir a la casa de mi amiga. El Señor nos dice que le pidamos y él nos va a dar lo que necesitemos, que lo busquemos y lo hallaremos. Amiga, busca al Señor ya que él está dispuesto a darte hasta que sobreabunde. Pide en oración a Dios y él contesta a sus hijos; nunca te dejará en los momentos críticos de tu vida. Estará dispuesto a ayudarte, por eso necesitamos orar, porque la oración es una respuesta del cielo.
Durante el tiempo que mi esposo cursó sus estudios profesionales pasamos momentos de una enorme limitación económica. En una ocasión teníamos tan solo tres monedas de diez pesos; se acercaban fechas de exámenes y eso exigía trabajos, copias fotostáticas, etcétera. Mi corazón se sentía desalentado y no sabíamos qué hacer; era viernes, a unas horas del día sábado. Entonces me arrodillé y le pedí a Dios que nos ayudara, él era el único que podía auxiliarnos. Cuando terminé de orar le dije a mi esposo que iba a ver a una amiga que me conocía desde que era niña. Al llegar a su casa ella estaba sentada, escuchaba la radio y le pregunté qué hacía, ya que la noté muy atenta al transmisor. Tenía cerca el teléfono y me dijo que quería ganar unos vales de despensa que regalaban si marcaba a la estación al escuchar una clave. Me propuso que marcara. Me causó risa y me negué, pero ella me insistía, así que decidí marcar no tanto porque lo creyera, más bien por corresponder a mi amiga. Mi sorpresa fue cuando escuché en la radio mi propia voz, al preguntarme mi nombre mencionaron que era la ganadora de los vales de despensa. ¡Una vez más me di cuenta que Dios me ayuda! Mi corazón estaba contento y lloraba de alegría y agradecimiento al cielo. Sin duda alguna el Espíritu Santo me condujo para ir a la casa de mi amiga. El Señor nos dice que le pidamos y él nos va a dar lo que necesitemos, que lo busquemos y lo hallaremos. Amiga, busca al Señor ya que él está dispuesto a darte hasta que sobreabunde. Pide en oración a Dios y él contesta a sus hijos; nunca te dejará en los momentos críticos de tu vida. Estará dispuesto a ayudarte, por eso necesitamos orar, porque la oración es una respuesta del cielo.
Olga Díaz de Alcázar
Tomado de la Matutina Manifestaciones de su amor
Tomado de la Matutina Manifestaciones de su amor