«Estoy convencido de que nada podrá separarnos del amor de Dios: ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los poderes y fuerzas espirituales, ni lo presente, ni lo futuro, ni lo más alto, ni lo más profundo, ni ninguna otra de las cosas creadas por Dios. ¡Nada podrá separarnos del amor que Dios nos ha mostrado en Cristo Jesús nuestro Señor!» (Romanos 8:38,39).
Hasta ahora hemos visto este año todas las cosas maravillosas que la naturaleza nos puede mostrar. Bueno, es lógico, ¿cómo podríamos ver las cosas que la naturaleza no nos puede mostrar? ¿Que cuáles son esas cosas? Permíteme explicarte. ¿Puedes pensar en algo que Dios haya creado que no se pueda ver todos los días? Seguramente hay muchas cosas, pero hoy vamos a hablar de los ángeles.
Dios creó a los ángeles para que hicieran cosas especiales. Ellos cuidan de los seres humanos, entregan mensajes importantes de parte de Dios y a veces, incluso ayudan a Dios a disciplinar. Los ángeles son muy misteriosos.
El versículo de hoy nos dice que ni los ángeles podrán separarnos del amor de Dios. Yo sé que los ángeles de Dios jamás harían eso, porque nos aman demasiado. Ellos nos ayudan cada día a saber más del amor de Dios. Dios es tan maravilloso que nos dio esos protectores especiales. Dios realmente pensó en todo, ¿no es así? Estoy ansioso porque llegue ese día en que pueda ver a los ángeles del cielo.
Tomado de Devocionales para menores
Explorando con Jesús
Por Jim Feldbush