Allí, junto a un manantial que está en el camino a la región de Sur, la encontró el ángel del Señor (Génesis 16: 7).
Cristo envía un ángel, ángel, ángel. Cristo envía un ángel, me cuida cuando duermo». Ese canto impresionaba mucho mi mente de niña, y al ir a dormir yo reclamaba esa promesa. Los ángeles estaban junto a mí para protegerme y cuidarme: «Yo no te puedo ver, pero tu ángel toma nota de todo lo que haces, ten cuidado», me decía mamá. Hace algunos años hicimos un viaje con mi familia. Nuestros hijos eran pequeños y dormían en la parte trasera del auto. Mi esposo y yo íbamos conversando, entonces él trató de rebasar a un vehículo, pero en ese momento nos dimos cuenta que pasamos sobre los topes que colocan en medio de la carretera para dividir los carriles. No escuchamos ningún ruido ni percibimos un movimiento extraño; solo que mi esposo sintió un poco duro el volante. Así que se estacionó a la orilla de la carretera. Cuando nos bajamos del auto no podíamos creer lo que nuestros ojos veían: el neumático delantero izquierdo estaba destruido. En ese momento había personas a la orilla de la carretera trabajando y, cuando escucharon la explosión del neumático, pensaron que nos íbamos a volcar por la velocidad. La persona que conducía el auto que acabábamos de rebasar resultó que era nuestro vecino y pensó lo mismo. Después nos contó lo que vio y lo que pudo haber pasado. Allí nos dimos cuenta del peligro que habíamos pasado, y en ese momento agradecimos a Dios porque sin duda alguna sus ángeles nos habían protegido. Yo estoy segura que así fue. Me alegra saber que en todo momento el ángel está junto a mí y que un día lo voy a conocer; por supuesto que me dirá de cuántos peligros me salvó y no me di cuenta. Y si por alguna razón el Señor me llama a descansar, tengo la seguridad de que mi ángel estará cuidando mi morada hasta que Jesús venga y será el primero en saludarme en la mañana de la resurrección. ¡Qué gozo conocer al ángel que el Señor designó para acompañarme siempre! Y tú, ¿quieres conocer a tu ángel?
Cristo envía un ángel, ángel, ángel. Cristo envía un ángel, me cuida cuando duermo». Ese canto impresionaba mucho mi mente de niña, y al ir a dormir yo reclamaba esa promesa. Los ángeles estaban junto a mí para protegerme y cuidarme: «Yo no te puedo ver, pero tu ángel toma nota de todo lo que haces, ten cuidado», me decía mamá. Hace algunos años hicimos un viaje con mi familia. Nuestros hijos eran pequeños y dormían en la parte trasera del auto. Mi esposo y yo íbamos conversando, entonces él trató de rebasar a un vehículo, pero en ese momento nos dimos cuenta que pasamos sobre los topes que colocan en medio de la carretera para dividir los carriles. No escuchamos ningún ruido ni percibimos un movimiento extraño; solo que mi esposo sintió un poco duro el volante. Así que se estacionó a la orilla de la carretera. Cuando nos bajamos del auto no podíamos creer lo que nuestros ojos veían: el neumático delantero izquierdo estaba destruido. En ese momento había personas a la orilla de la carretera trabajando y, cuando escucharon la explosión del neumático, pensaron que nos íbamos a volcar por la velocidad. La persona que conducía el auto que acabábamos de rebasar resultó que era nuestro vecino y pensó lo mismo. Después nos contó lo que vio y lo que pudo haber pasado. Allí nos dimos cuenta del peligro que habíamos pasado, y en ese momento agradecimos a Dios porque sin duda alguna sus ángeles nos habían protegido. Yo estoy segura que así fue. Me alegra saber que en todo momento el ángel está junto a mí y que un día lo voy a conocer; por supuesto que me dirá de cuántos peligros me salvó y no me di cuenta. Y si por alguna razón el Señor me llama a descansar, tengo la seguridad de que mi ángel estará cuidando mi morada hasta que Jesús venga y será el primero en saludarme en la mañana de la resurrección. ¡Qué gozo conocer al ángel que el Señor designó para acompañarme siempre! Y tú, ¿quieres conocer a tu ángel?
Gladys Murrieta de King
Tomado de la Matutinas Manifestaciones de su amor
Tomado de la Matutinas Manifestaciones de su amor