«Las siguientes aves ustedes las rechazarán y no las comerán, porque las considerarán animales inmundos: [...] el águila marina [...], la lechuza [...], el buho» (Levítico 11:13-18.NVI).
En nuestra excursión de hoy observaremos algunas aves. Solo las observaremos, porque la verdad no puedo imaginarme comiendo alguna de las aves que se mencionan en el versículo de arriba. Pero sin duda disfrutaremos viéndolas.
Seguramente has oído hablar de los buhos, pero tal vez no de las águilas marinas. Las águilas marinas son unas aves hermosas que son blancas por delante, marrones en la parte de arriba, y tienen la cabeza blanca con una franja marrón. ¡Y son inmensas! Cuando el águila marina extiende sus alas, estas pueden llegar a medir casi dos metros. ¡Pocas personas alcanzan esa estatura! La manera en que el águila marina pesca es realmente interesante. Ella sobrevuela la superficie y espera que algún pez se acerque. Cuando alguno comete el error de hacerlo, el águila marina salta sobre él con sus garras y lo atrapa.
Dios puso en el águila marina la asombrosa habilidad de atrapar los peces directamente del agua. No otros tenemos que asegurarnos de que no hacemos lo mismo con los demás. ¿Alguna vez has visto a alguien «acechar» a otra persona hasta que esta cometa un error solo para criticarla? Dios quiere que nosotros animemos a los demás, no que los critiquemos. Y que perdonemos a los demas en vez de estar como aves de rapiña esperando que cometan un error
Tomado de Devocionales para menores
Explorando con Jesús
Por Jim Feldbush