«Por eso les seguiré recordando siempre todo esto, aun cuando ya lo saben y permanecen firmes en la verdad que les han enseñado. Mientras yo viva, creo que estoy en el deber de llamarles la atención con estos consejos» (2 Pedro 1:12,13).
¿Recuerdas lo que comiste la última vez que te sentaste a la mesa? ¿Se te olvidó? Ah, ahora lo recuerdas. Has utilizado tu memoria para recordar lo « que comiste. ¿Sabes qué es la memoria? Es la parte de tu cerebro que te ayuda a recordar números telefónicos, palabras y el rostro de las personas.
Imagínate cómo sería si no tuvieras memoria. No podrías recordar el lugar donde vives y estarías perdido todo el tiempo. No podrías recordar nada de lo que tu mamá, tu papá o tu maestra te dicen. Eso nunca te ha pasado, ¿verdad? Ni siquiera recordarías tu nombre. ¡Eso sería terrible!
En el versículo de hoy Pedro estaba tratando de hacer que la gente usara su memoria. Él quería que recordaran que Jesús los había perdonado y salvado. Él quería recordarles que Jesús esperaba que ellos hablaran a otros sobre él. Pedro estaba haciendo que usaran la memoria para recordar lo mejor de todo: que Jesús los amaba. Y a ti también te ama. ¡No lo olvides!
Tomado de Devocionales para menores
Explorando con Jesús
Por Jim Feldbush