Lugar: Turquía/Alemania
Palabra de Dios: 2 Pedro 3:13.
Mehmet Tunc miró por todas partes, mientras sacudía la cabeza. Su familia se había dispersado y todos estaban buscando al gato.
-Minosch, ¿dónde estás? Aquí, michi, michi, michi.
La familia Tune acababa de viajar desde la isla de Sylt, en el norte de Alemania, donde trabajaba Mehmet Tunc. Habían decidido tomarse unas cortas vacaciones en Turquía, su tierra natal. Su gato, Minosch, había viajado con ellos. Todo iba bien hasta que alguien dejó salir al gato. Minosch desapareció inmediatamente, en aquel mundo de gente que se movía en la frontera turca.
La familia Tunc lo buscó todo lo que pudo, pero sabían que debían seguir su viaje. Sintiéndose abatidos, continuaron su viaje dentro de Turquía, donde pasaron un par de semanas visitando a sus familiares y amigos. El tiempo pasó rápidamente, y pronto tuvieron que volver a Alemania. La casa se sentía un poco vacía sin su mascota.
Unos dos meses después de que se perdiera Minosch, la familia oyó un débil rasguño en la puerta. Parecía un animal. Cuando abrieron la puerta, ¡allí estaba Minosch!, cansado y débil, pero feliz de estar en casa. El gato había viajado una gran distancia, 2.400 kilómetros. ¡Tantas eran sus ganas de estar en casa!
¿Cuántas ganas tienes tú de ir a casa? ¿Estás dispuesto a hacer un largo viaje, para reunirte con la familia de Dios? Recuerda, este mundo es nuestro hogar lejos del hogar. Dios ha prometido que un día él nos llevará a vivir para siempre con él. "Pero, según su promesa, esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva, en los que habite la justicia".
Tomado de Devocionales para menores
En algún lugar del mundo
Por Helen Lee Robinson