“Por lo tanto, esforcémonos por promover todo lo que conduzca a la paz y ala mutua edificación” (Romanos 14:19, NVI).
El neurocientífico Robert Sapolsky es bien conocido en el campo de las ciencias sociales por sus múltiples observaciones de la conducta de mandriles en el Parque nacional Serengueti (Tanzania). Una de sus observaciones fue que, cuando había grupos agresivos de mandriles que se peleaban y azuzaban al resto de la comunidad, la salud y el bienestar de toda la colonia se afectaba manifiestamente. Además, el ambiente se envenenaba de tal forma que, cuando un macho era víctima del acoso de otros, se frustraba y golpeaba a las hembras o incluso a los mandriles más jóvenes.
En una ocasión, una de estas comunidades contaba con una pequeña banda de machos especialmente agresivos. El grupito descubrió un contenedor de basura donde se arrojaban los desperdicios de la cocina de un hotel de cazadores. Allí habían tirado carne de vacuno contaminada por la tuberculosis. Los matones impidieron que los demás comieran aquella carne y la reservaron en exclusiva para sí mismos. Finalmente, murieron víctimas de la tuberculosis.
Lo interesante fue que, con la desaparición de esa banda, la salud (tanto física como mental) de todos los demás mandriles mejoró significativamente. Estaba claro que la presencia de amigos y vecinos pacíficos y amables promovía la buena salud general.
Dejando los simios aparte, este tipo de conducta también ocurre entre los seres humanos, donde existen con frecuencia matones que amenazan e incluso maltratan a los más débiles. Pero se ha observado que, cuando los afectados encuentran apoyo y consuelo en las personas queridas, su salud mejora y su sistema de defensas se fortalece. Bert Uchino y Wendy Birmingham, de la Universidad de Utah (EE.UU.), crearon la hipótesis de la amortiguación del estrés. Significa que los amigos constituyen una protección eficacísima contra los agentes estresantes y que su presencia mejora la salud, tanto física como mental. En concreto, estos investigadores constataron que quienes cuentan con una red sólida de amigos están protegidos de la depresión, de la ansiedad, de las enfermedades cardiovasculares y de la muerte prematura. En diversos estudios han comprobado que los que viven aislados, o no tienen buenas relaciones sociales, son más propensos a esas enfermedades que los que viven en armonía con otras personas.
El apóstol insta a sus lectores a que hagan esfuerzos “por promover todo lo que conduzca a la paz y a la mutua edificación”. Pide a Dios que hoy te ayude a hacer tu parte para procurar la paz y la mutua edificación. Según la ciencia, esto te proporcionará salud de cuerpo y mente.
DEVOCIÓN MATUTINA PARA ADULTOS 2020.
UN CORAZÓN ALEGRE
Julián Melgosa y Laura Fidanza
Lecturas devocionales para Adultos 2020.