Lugar: Indonesia
Palabra de Dios: Salmo 121:5-8
¡Imagina cómo te verías si tus ojos tuvieran el tamaño de un pomelo! Así de grandes serían los ojos de un tarsero, si el animal tuviera el tamaño de una persona. Sin embargo, estos pequeños primates miden apenas entre 7 y 15 centímetros de largo, excluyendo la cola. Si viajas a Indonesia, quizá tengas la suerte de cruzarte con uno de ellos; pero es poco probable, porque los tarseros son animales nocturnos.
Los tarseros viven en los árboles, aferrándose de ellos verticalmente y saltando de tronco en tronco. Tienen patas largas, cuerpos cortos, y piel gruesa y sedosa. Su color va desde el gris hasta el marrón oscuro. Pero, lo más llamativo de estos animales son sus ojos.
De hecho, los tarseros pueden girar la cabeza más de 180 grados, de manera que pueden ver en todas las direcciones: derecha, izquierda, al frente y directamente detrás de ellos. ¿Puedes imaginar un insecto que tratara de huir de un tarsero? El tarsero podría girar la cabeza hacia cualquier parte y mantener al insecto dentro de su radio de visión.
Eso es lo que Dios hace: nos mantiene dentro de su vista, no como un depredador, sino para asegurarse de que estamos bien. El libro de Salmos dice: “El Señor es quien te cuida, el Señor es tu sombra protectora. De día el sol no te hará daño, ni la luna de noche. El Señor te protegerá; de todo mal protegerá tu vida. El Señor te cuidará en el hogar y en el camino, desde ahora y para siempre”
¡Qué maravillosa promesa! Dios nos protege, dondequiera que estemos.
Él puede ver en todas las direcciones, y nos mantendrá dentro de su visión amorosa en todo momento.
Tomado de Devocionales para menores
En algún lugar del mundo
Por Helen Lee Robinson