viernes, 29 de enero de 2016

CRECIENDO

Materiales: Fotografía de cuando su niño o su niña era bebé. Cinta para medir la altura de su hijo. Lápiz para marcar.

«Y Jesús seguía creciendo en sabiduría y estatura, y gozaba del favor de Dios y de los hombres». Lucas 2: 52

Ayer aprendiste que dormir te ayuda a reponer energías. Hoy quiero hablarte de otra razón por la que debes dormir bien.
Quiero que mires esta foto [muéstrele su foto de cuando era bebé], ¡Este eres tú cuando eras un bebé! Ahora eres más grande, porque mientras duermes, tu cuerpo crece poco a poco. Por eso, a veces tu ropita te queda pequeña.
Coloca tus manos sobre las de tu mami o tu papi. ¿Ves que las manos de ellos son mucho más grandes que las tuyas? Sí, pero una vez fueron tan pequeñitas como las tuyas. Papá y mamá han crecido, y un día tú también crecerás hasta llegar a tener el tamaño de ellos.
Jesús también fue un niño pequeño y fue creciendo en estatura y en sabiduría.
Vamos a hacer algo muy divertido para ver cuánto vas creciendo. Junto a tus papás busca un lugar donde puedas medirte y colocar cada mes una rayita para ver cómo vas creciendo. ¡Será muy divertido!

Oremos: Jesús, gracias porque mientras duermo, mi cuerpo crece. Ayúdame a crecer como tú.

Pasito a pasito, Crezco y aprendo
¡Vive y crece sanamente!
Por: Kathy Hernández de Polanco
#ViveYCreceSanamente  #MeditacionesMatutinas #DevociónMatutinaParaPreescolares #vigorespiritual #plenitudespiritual #FliaHernándezQuitian

BÚSQUEDA DE TESOROS

Tu Oración: Gracias, Dios, por tu maravilloso amor al darnos la lluvia y también el sol.

Versículo para hoy: “En sus nubes envuelve las aguas, pero no revientan las nubes con su peso”. Job 26:8.

¡Ver llover es tan lindo! Los jardines y el campo se riegan para que puedan crecer nuevas plantas y flores. También tenemos agua para beber y para que no haga tanto calor.
Después de la lluvia, el sol seca los charcos y otra vez podemos salir a jugar. Gracias a Dios, no es necesario que llueva todo el tiempo, y el sol puede alegrarnos el día.

Un poquito de ciencia
Con un experimento puedes ver cómo se seca un charco y en cuánto tiempo. Lo único que necesitas es un trozo de tiza, un charco y tu libreta de observaciones, que es muy importante.
Un día que haya llovido, busca algún charco en el patio o el balcón. También puedes hacer tu propio charco, pero ¡no uses mucha agua!
Con la tiza, traza una línea alrededor del charco. Después de media hora, vuelve a marcar el borde del charco con la tiza. Sigue así hasta que el charco se haya secado por completo. Gracias a las marcas, tiza observarás cómo se fue secando el agua. ¿A dónde se fue? Al cielo, para formar parte de las nubes.

Devoción matutina para niños pequeños 2016
Pequeños científicos de Dios
Por: Cesia Alvarado Zemleduch
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UNA FE PERFECTA

¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? ¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras? Santiago 2:21,22.

Cuando Abraham llegó al monte Moriah, dejó a sus dos siervos en la base y comenzó a escalar con su hijo. No quería que nadie viera la escena final, excepto Dios. Lentamente avanzó hacia arriba. Abraham estaba respirando más fuerte que lo usual. El solo pensamiento de matar a su hijo como sacrificio hacía que la pendiente I ‘ureciera más empinada. Caminaban en silencio. Isaac llevaba la madera, y su padre, la antorcha para el fuego y el cuchillo. Finalmente, el joven no se pudo contener más.
“Padre mío, tenemos el fuego y la madera, pero ¿dónde está el cordero?”
Abraham hizo un gesto de dolor. Estas palabras de su hijo perforaron su corazón como si fueran frío acero. “Hijo mío”, respondió, “Dios mismo proveerá un cordero”.
Al final, llegaron a la cumbre y construyeron un altar. Luego, Abraham lentamente miró a su hijo.
“Isaac, Dios me dijo que tú serás la ofrenda”.
Por un momento, Isaac no podía creer lo que oía. Aterrorizado más allá de cualquier cosa que hubiere experimentado alguna vez, se puso de pie allí mientras ríos de escalofríos corrían de arriba abajo por su columna vertebral. ¡Su propio padre iba a matarlo en lugar del cordero habitual!
Abraham estaba exhausto por el insomnio de los últimos tres días, y el fuerte joven lacilmente podría haberlo dominado y corrido a toda velocidad, bajando la colina. En lugar de eso, el temor de Isaac se transformó en asombro. El, Isaac, el hijo de Abraham, el ansiado hijo prometido, iba a morir como un símbolo de la muerte del propio Hijo de Dios. Era un alto honor. Se le había enseñado la obediencia desde su más temprana infancia, y ahora, aquellos veinte años de lecciones de confianza lo hicieron un participante de la fe de su padre. Voluntariamente, Isaac se subió al altar y animó a su padre a que lo atara fuerte.
Finalmente, las últimas palabras de amor fueron dichas, y Abraham se inclinó y abrazó a su hijo por última vez. Isaac miró hacia arriba y vio a su padre levantar su brazo; el filo del cuchillo destellaba a la luz del sol. De pronto, una voz del cielo le dijo a Abraham que se detuviera. Había pasado la prueba.

Tomado de devoción matutina para menores 2016
¡GENIAL! Dios tiene un plan para ti
Por: Jan S. Doward
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HERIDAS DEL CORAZÓN

Y por su llaga fuimos nosotros sanados (Isaías 53: 5).

Dan se sorprendió al ver las heridas en el brazo de Miriam.
-¿Qué te pasó? -jadeó.
Miriam bajó su manga por sobre las heridas, obviamente molesta porque Dan se había dado cuenta.
-Nada -murmuró ella.
-¿Miriam? – Dan la miró de cerca.
-Yo misma me lo hice, ¿okey? -ella comenzó a llorar-. No quiero que nadie lo sepa; por favor, Dan. Y deja de mirarme así. Tú no entiendes lo que es ser yo. Dan no sabía qué decir. Sintió náuseas. Miriam se quedó mirando al vacío.
-A veces, me duele por dentro; es tan intenso que no puedo soportarlo; es por eso que me corto. Por favor, no me juzgues -Miriam volvió su rostro hacia Dan-, Mi padrastro es un enfermo del control. Ni siquiera quiero pensar en lo que hará si se entera. Probablemente, me meta en un hospital de salud mental o algo así.
Los pensamientos de Dan le daban vueltas por la cabeza, confundido; se preguntaba qué debía hacer.
Las personas que se lesionan a sí mismas están experimentando angustia emocional severa. Ellos necesitan sentirse amados, escuchados y aceptados, para poder hablar sobre lo que les causa tanto dolor. Ellos no deben ser criticados, abandonados o burlados sobre este asunto. Si conoces a alguien que se esté cortando, golpeando o autolastimando (flagelando), sé un amigo que escucha y aliéntalo a hablar de su dolor con alguien en quien confíe.
Lo más importante: ora para que Dios intervenga. Él es el sanador de las heridas externas y las internas.

SPLASH:
¡La esperanza es algo poderoso! De acuerdo con los investigadores Zubieta y Stohler, la esperanza sigue el mismo camino químico en el cerebro que un analgésico (como el Paracetamol), y puede reducir el dolor y mejorar la salud y el bienestar.

¿Y AHORA?
¿Qué textos bíblicos podrías usar para alentar a alguien que sufre de una profunda angustia emocional?

Tomado de: Matinal para Adolescentes 2016
“Intensamente, Ejercita tu Cerebro”
Compilado por Penny Estes Wheeler
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EL PODER DEL EJEMPLO

Yo sería cristiano si no fuera por los cristianos. Gandhi.

Cada vez que leo o escucho esta frase no puedo evitar sentir cierta tristeza, aunque no es tristeza lo que quiero transmitirte. Al hilo de esta crítica tan aguda de Gandhi hacia nosotros los cristianos, he seleccionado para ti un hecho real que espero te motive a vivir una religión auténtica, positiva y esperanzadora que se manifieste a través de actos más que palabras.
Esta es la historia de Desmond Tutu, el premio Nobel de la Paz. Tutu nació y se crió en la Sudáfrica del apartheid, caracterizada por la rígida segregación racial que negaba a los ciudadanos negros el derecho al voto y los obligaba a vivir en determinadas zonas. Tutu recuerda una ocasión, cuando era niño, en la que iba caminando con su madre por la calle y se cruzaron con un sacerdote anglicano llamado Trevor Huddleston. Según las leyes del país de aquella época, toda persona de color que se cruzara con un ciudadano blanco debía hacerle una reverencia pero, en aquella oportunidad, fue el sacerdote, de raza blanca, quien se quitó el sombrero y saludó reverentemente a Tutu y a su madre.
El incidente causó tal impresión en el pequeño Tutu que decidió ser sacerdote y comprendió que la religión podía ser un arma poderosa en defensa de la igualdad. Desmond Tutu se convertiría en el primer sudafricano negro en ser ordenado arzobispo anglicano.
Este tipo de milagros no son guiones de películas; suceden cuando uno respira la esencia de la religión por cada poro de su piel. Con un gesto basta, con una oportunidad mínima que se presente para mostrar un principio más elevado, basta. Cuando uno ama a Dios y vive a la altura de las verdades de su Palabra, sobran las palabras. Así es la influencia para el bien que puede ejercer una persona convertida; la influencia que, lamentablemente, Gandhi y muchas otras personas no han podido recibir. Así de eficaz es el poder del ejemplo.
¿Nos detenemos a pensar de vez en cuando en la importancia de dar ejemplo para el bien? El mismo Jesús nos dice: “Yo les he dado un ejemplo, para que ustedes hagan lo mismo que yo les he hecho” (Juan 13:15). Si seguimos su ejemplo, otras personas caerán a los pies de Jesús y encontrarán en él la salvación. Vivamos una religión transparente y auténtica que despierte en los demás interés por conocer al Dios que nosotras conocemos.

“Yo les he dado un ejemplo, para que ustedes hagan lo mismo que yo les he hecho” (Juan 13: 15).

Tomado de Lecturas Devocionales para Damas 2016
ANTE TODO, CRISTIANA
Por: Mónica Díaz
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LLENANDO NUESTRO VACÍO INFINITO

“Búsquenme y vivirán” (Amós 5:4, NVI).

Blaise Pascal ha sido uno de los genios más brillantes de la historia humana. Yo lo recuerdo bien por todos los problemas que me causó en mi segundo año de secundaria con su famoso “Teorema de Pascal”, y luego en mi cuarto año con su “Principio de Pascal”. Aunque reconozco que para mucha gente el “Teorema” y el “Principio” son vitales, no dudo de que para la gran mayoría de nosotros lo que más nos ha impactado de Pascal es que haya inventado La Pascalina, la primera calculadora y precursora de las computadoras actuales. Ese aparato, que data de 1642, era capaz de sumar, restar, dividir y multiplicar.
¿Sabes qué edad tenía Pascal cuando creó esa calculadora? Diecinueve años. Como podrás ver, desde muy joven tuvo la disciplina de empeñarse a fondo en su carrera profesional.
A sus treinta años Pascal era considerado una autoridad en ciencias y matemáticas. Su éxito y su fama se extendían por todas partes, pero nada llenaba el vacío exis- tencial que atormentaba al célebre científico. Por suerte, su vida tomó un rumbo distinto desde aquel 23 de noviembre de 1654. Tras haber escuchado un poderoso sermón, Pascal comprendió que ese abismo infinito que inquietaba su alma nada más “puede ser lleno por Uno que es infinito e inmutable. En otras palabras solo puede ser lleno por Dios” (Blaise Pascal, Una mente encendida, p. 97).
¿Cómo es posible que un científico como Pascal admitiera que el éxito y la fama no llenaban el abismo infinito que había en su interior? Creo que a ti y a mí nos vendría bien aprender de la experiencia de este famoso matemático. No está de más recordarte que el más encumbrado logro terrenal es incapaz de llenar ese vacío que solo puede ser saciado con la presencia divina. Pero, como dijo Pascal, “unos buscan su bien en la autoridad, otros en la erudición y el conocimiento, otros en el placer”. ¿Dónde lo buscas tú?
¿Con qué quieres llenar tu vida? Si has estado procurando llenar tu vacío con cosas terrenales, es oportuno que recuerdes estas palabras de Pascal: “Solo Dios es el verdadero bien del hombre” (ibíd.). “Solo Dios”; no necesitamos nada más para tener una vida plena.

Por: J. Vladimir Polanco Tomado de: Lecturas devocionales para Jóvenes 2016
“VISITA MI MURO, 366 MENSAJES QUE INSPIRAN”
Por: J. Vladimir Polanco
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NO HAY DIOS MÁS HUMILDE -1

“Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí. Juan 15:26. Él me glorificará, porque tomará de lo mío y os lo hará saber”. Juan 16:14

¿Has oído hablar alguna vez del “narcisismo situacional adquirido”? Lo de “narcisismo” lo reconoces como la excesiva fascinación o el interés en el yo o en el amor de uno mismo. “Adquirido” y “situacional” describen, por ejemplo, cómo las personas pueden adquirir este intenso acaparamiento del centro de interés por uno mismo cuando asumen una posición de mayor poder o influencia, llevando a algunos a la conclusión de que los presidentes son particularmente susceptibles al narcisismo situacional adquirido. Quizá todos podamos pensar en personas infectadas con un sentido exagerado del poder y la prominencia.
¿Es Dios una de ellas? Me sentí intrigado con cierto estudio que hizo un compañero de clase, Fred Bischoff, relativo al paradigma del liderazgo de la Trinidad y sobre la humildad de estos tres Dirigentes Supremos: el Padre, que dirige el universo sirviendo humildemente a todas sus criaturas y a toda su creación; el Hijo, que da ejemplo sometiéndose humildemente al liderazgo del Padre; y el Espíritu, que da ejemplo permaneciendo invisible mientras ayuda en la consecución de los objetivos tanto del Padre como del Hijo.
Y cuando te pones a reflexionar sobre el Espíritu, ¿no te sorprende que todo lo que él es y todo lo que hace tenga lugar sin que el universo jamás sea testigo de su persona? En el mundo que ocupamos, dominado por los medios de comunicación, en el que la vanidad de la apariencia y la atracción física han sido locamente elevadas a valor supremo, ¿no resulta alentador contar con un Amigo que está perfectamente satisfecho de permanecer del todo invisible y, habitualmente, de pasar desapercibido? ¿Puedes mencionar un dios más humilde que él?
De hecho, Jesús declaró en la víspera de la charla sobre su muerte (nuestro texto de hoy) que, cuando el Espíritu Santo viene a nosotros, lo hace con una única preocupación: “Él me glorificará” y “dará testimonio acerca de mí’. Sin duda, el Espíritu Santo es el ser más Cristo céntrico del universo, ¡al sublimarse por entero en aras de revelar y glorificar a Jesús ante todos! No hay dios más humilde.
Y eso, dicho sea de paso, significa que siempre que oras para ser lleno del Espíritu, pides, de hecho, poder ser colmado plenamente de Jesús. Porque, doquier vaya el Espíritu y llene el Espíritu a quien llene, la impresión pública dominante siempre es Jesús. “Y reconocieron que habían estado con Jesús” (Hech. 4:13, NVI).

Tomado de Lecturas devocionales para Adultos 2016
EL SUEÑO DE DIOS PARA TI
Por: Dwight K. Nelson
#ElSueñoDeDiosParaTi #MeditacionesMatutinas #DevocionMatutinaParaAdultos #vigorespiritual #plenitudespiritual #FliaHernándezQuitian