Materiales: Imágenes de la lluvia y de barcos grandes, o ilustraciones del arca de Noé.
«Y Noé hizo todo tal como Dios se lo había ordenado». Génesis 6: 22
Hace muchos, muchos años, vivió un hombre llamado Noé. ¿Sabes quién era? Era un amigo de Dios, muy bueno y amable. Un día Dios le dijo: «Noé, construye un barco grande, porque va a llover mucho». Era raro, porque nunca, nunca antes había llovido. Ni una sola vez.
Noé no discutió con Dios. No dijo: «¡Ah, no! Dios, ¿para qué un barco? Aquí no llueve». Noé fue obediente.
Inmediatamente se puso a construir el gran barco, tal como Dios se lo había pedido. La gente se reía de él, porque en ese lugar nunca llovía. Ni sabían qué es la lluvia. Pero Noé no se detuvo. Noé continuó construyendo el gran barco. Gracias a ese barco logró salvar su vida y la de su familia cuando llegó la lluvia.
Noé fue muy obediente, hizo lo que Dios le ordenó, y construyó lo que hoy conocemos como el arca de Noé.
Tú puedes ser como Noé, pues tienes la oportunidad de obedecer a tus papas. Puedes hacer tu tarea, recoger tus juguetes, ayudar a mami en la cocina o simplemente responder rápido cuando alguien te llama.
Jesús quiere que seamos obedientes como lo fue Noé
Oremos: Querido Jesús, ayúdame a ser obediente como Noé.
Tomado de devoción matutina para niños pequeños 2016.
Pasito a pasito, Crezco y aprendo
¡Vive y crece sanamente!
Por: Kathy Hernández de Polanco