viernes, 3 de junio de 2011

LA RECOMPENSA

Pero la salvación de los justos es de Jehová y él es su fortaleza en tiempo angustia. (Salmo 37:39)

El salmo 37 es uno de mis favoritos. En él se presenta una visión panorámica de la humanidad. Por una parte encontramos que el impío es aparentemente feliz, mientras que el justo es humillado y presa fácil del dolor. Pero por otra parte se nos da la seguridad absoluta de que Dios observa cuidadosamente las acciones humanas y sus verdaderas intenciones, lo que lleva al salmista a una conclusión: «Los malignos serán destruidos, pero los que esperan en Jehová heredarán la tierra» (versículo 9).
Nos resulta difícil aceptar que mientras nosotros, los cristianos, nos privamos de ciertos «placeres», los injustos disfrutan de ellos y, aparentemente, prosperan más que nosotros en la vida. Pero esa es una táctica del enemigo para sembrar dudas en nuestros corazones. Por eso el consejo divino es: «No te alteres con motivo del que prospera en su camino, por el hombre que hace lo malo [... |. Su espada entrará en su mismo corazón y su arco será quebrado» (versículos 1 y 15).
¿Algún compañero de trabajo ha usurpado tu lugar de forma deshonesta? ¿Te has enfrentado a un maestro que te humilla públicamente por ser cristiana? Recuerdo que cuando estaba en secundaria era obligatorio asistir a clase los sábados. Cada lunes, tanto a mí como a otros alumnos, se nos pedían explicaciones en público de por qué habíamos faltado a clase el sábado, con la diferencia de que a mí me hacían pasar por una gran humillación. Yo era una adolescente y aquello me afectaba, pero debía elegir entre las burlas y la fidelidad. Decidí que no podía dejar que aquello me afectara tanto, así que cada lunes comencé a subir a la plataforma sin que me llamaran, y allí esperaba con aparente indiferencia la reprimenda semanal. Los que tanto se habían reído de mí finalmente me dieron por imposible.
Cuando te sientas abrumada por una situación similar, recuerda: «Maquina el impío contra el justo y rechina contra él sus dientes. El Señor se reirá de él, porque ve que viene su día» (versículos 12 y 13).
El día siempre llega, trayendo su recompensa.

Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera

CAPACIDAD SIN DIOS

Y el consejo que daba Ahitofel en aquellos días, era como si se consultase la palabra de Dios. Así era todo consejo de Ahitofel, tanto para David como para Absalón. 2 Samuel 16:23.

¿Tienes alguna habilidad sobresaliente? ¿Eres tan inteligente que todos tus compañeros se asombran? ¿Tienes habilidad para algún deporte al grado de que te luces al practicarlo? ¿Ejecutas tan bien un instrumento que todos creen que serás un gran concertista?
Las habilidades que poseemos no nos pertenecen. Cada una de ellas: inteligencia, conocimiento, talento musical, destreza física, y otras más, son bendiciones que Dios nos otorga, para que por medio de ellas lo honremos por ser nuestro Hacedor y Sustentador.
La experiencia de Ahitofel puede ayudarte a no cometer el error que él cometió. Quienes están en posiciones de poder se rodean de asesores sabios y experimentados que puedan brindarles consejos acertados. La responsabilidad de gobernar un país no es un juego, pues de esas decisiones dependen el bienestar o la ruina de todos.
David, el rey de Israel, también se rodeó de consejeros. Algunos eran profetas quienes, por medio del Urim y el Tumim consultaban directamente a Dios en busca de orientación. Otro fue Ahitofel, un hombre sabio e inteligente que no era profeta, pero cuyos consejos eran tan acertados, que cada vez que daba uno, era como "si se consultase la palabra de Dios".
Cuando Absalón se sublevó contra el gobierno de su padre, los consejeros jugaron un papel decisivo. De su sabiduría dependía el que un gobierno cayera y el otro prevaleciera, y Ahitofel guió la rebelión de Absalón.
El gran error de Ahitofel, y que no supo distinguir, fue que confió en su capacidad y se olvidó de Dios. El resultado: Ahitofel se ahorcó, y la rebelión de Absalón fue un fracaso, ya que David conservó el poder.
Es posible que tú también tengas alguna habilidad que te enorgullece, que te hace sentir bien por los halagos de los demás; pero no dejes que la experiencia de Ahitofel se repita en tu vida. Todo, absolutamente todo lo bueno, proviene de Dios. Él debe ser respetado, ensalzado y honrado por los talentos que te ha dado. Procura, con toda la capacidad que posees, brindarle la gloria que él merece, y esas capacidades te darán resultados maravillosos.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

CONSUELO

Para que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un fortísimo consuelo los que hemos acudido para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros. Hebreos 6:18.

Con el rostro desencajado por la noche sin dormir, el cigarrillo, el café y el alcohol, Ériko se incorporó del sofá y, aparentando un aire de indiferencia para con la vida, se aproximó, tambaleando, a la ventana.
El panorama, desde donde él estaba, era un espectáculo impresionante. El sol despuntaba en el horizonte, recortando las siluetas de los edificios en el centro de Richmond. Pero a él no le importó eso. Sin pensarlo dos veces, se lanzó al abismo.
Vivía en un pequeño departamento del décimo piso. Sus únicos compañeros, en los últimos días, habían sido los libros esparcidos por el suelo, un gato, la soledad de divorciado y una montaña de cuentas a pagar.
Las autoridades llegaron a la conclusión de que aquel descendiente de italianos cometió suicidio porque estaba ebrio, y no sabía lo que hacía.
Él había dejado la verdadera explicación, escrita en un papel garabateado con letras que anunciaban muerte. Desesperado por los problemas familiares y financieros que atravesaba, no vio solución; no encontró un rayo de luz en su noche oscura.
Es de lamentar que Ériko ignorase el versículo de hoy. Es imposible que Dios mienta; sus promesas son seguras. Y los que corren con el fin de apoderarse de la esperanza que tenemos en él son consolados.
La esperanza es la luz en medio de la oscuridad. No la ves; la sientes en tu corazón. Es una voz que te anima: "No todo está perdido. Necesitas confiar en Jesús. Él siempre cumple sus promesas; jamás miente".
Mientras vivas en este planeta de dolor y de aflicciones, las nubes de las dificultades oscurecerán tus días, muchas veces. En esas horas, la esperanza es la palanca que te levanta; la fuerza que te impulsa; la motivación que la victoria requiere.
No te desanimes. ¡Hoy es un nuevo día! Hay sol por encima de las nubes que anuncian lluvia. La tormenta pasará; nada dura para siempre. Solo la esperanza. La Biblia fue escrita "para que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un fortísimo consuelo los que hemos acudido para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros".

Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón