lunes, 31 de agosto de 2009

LAS ORACIONES POR AYUDA DIVINA RECIBEN RESPUESTA

Por último, hermanos, oren por nosotros para que el mensaje del Señor se difunda rápidamente y se le reciba con honor, tal como sucedió entre ustedes (2 Tesalonicenses 3: 1).

Padres y madres, ¡cómo me gustarla encontrar las palabras apropiadas para describir la gran responsabilidad que pesa sobre ustedes! Por su carácter dan a conocer a sus hijos que los están educando para servir a Dios o al yo. Mediante las plegarias más sinceras soliciten al cielo la ayuda del Espíritu Santo para que sus corazones sean santificados, su conducta honre a Dios y puedan ganar a sus hijos para Cristo. Debería impresionar a los padres con un sentido de la solemnidad y santidad acerca del ministerio que se les ha confiado, para que sean consientes de que por sus palabras y acciones descuidadas pueden conducir a sus hijos por el mal camino. Los padres necesitan la protección de Dios y de su Palabra. Si no prestan atención a los consejos de las Sagradas Escrituras, y si no buscan en ella la orientación para vivir, los hijos crecerán desprovistos de la ayuda que necesi­tan y, en consecuencia, se descaminarán por la senda de la incredulidad y la desobediencia. Cristo experimentó el trabajo arduo y el renunciamiento propio, y después murió una muerte de ignominia para darnos ejemplo acerca del espíritu que debe inspirar y guiar a sus seguidores. En la medida que los padres traten de vivir en el seno del hogar una vida semejante a la de Jesús, las influencias celestiales se extenderán al resto de la familia. Cada hogar cristiano debería de honrar la hora del sacrificio de la alabanza y la oración. Durante el culto matutino y vespertino las oraciones fervientes deberían ascender a Dios pidiendo su bendición y orientación. ¿Será que el Dios del cielo pasará por esas familias sin dejarles su bendición? Por cierto que no. Los ángeles escuchan las plegarias expresadas con fe y llevan las peticiones a Jesús, que está ministrando en el santuario celestial para abogar en nuestro favor. La oración sincera se apodera de la omnipotencia que nos concede la victoria. Sobre las rodillas el cristiano obtiene la fortaleza para resistir la tentación (Review and Herald, 1° de febrero de 1912).

Elena G. de White
Tomado de la Matutina Manifestaciones de su amor.

UN DÍA DE GRATITUD

Señor, has traído una gran alegría; muy grande es el gozo. Todos se alegran delante de ti como en tiempo de cosecha. isaías 9:3

En tiempos de la Biblia, la época de la cosecha siempre fue motivo de gran alegría. Cuando los meses más cálidos se acercan a su fin, incluyen bendiciones que hacen único al verano.

Gracias, Señor, por:
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Peticiones especiales:
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LA RESURRECCIÓN, UNA ESPERANZA VIVIENTE

Al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que fuese retenido por ella.Hechos 2: 24

La tumba está vacía. Era completamente imposible que la muerte retuviera a Jesús como prisionero. «No está aquí, pues ha resucitado» (Mat. 28: 6), dijeron los ángeles. No importa que grupos organizados trabajen día y noche para desacreditar las contundentes e irrefutables evidencias de la resurrección de Jesús. No importa que eruditos, filósofos y escritores de ficción racionalicen y digan que Jesús no resucitó; el hecho es innegable. «El concepto de un Salvador y Señor viviente coloca la resurrección en el mismo corazón del mensaje cristiano, haciéndola objeto de los más violentos ataques de parte de los enemigos y detractores del cristianismo. Ya en sus días Pablo sintió la necesidad de contender con aquellos que querían abandonar esta creencia central de la fe cristiana. Y en 1 Corintios 15, su más largo alegato sobre el tema en todos sus escritos, presenta todos los argumentos en defensa de la doctrina de la resurrección, Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí", dijo, "que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras" (vers. 3, 4)» (Roy Adams, He Still 1'unches the Heart [Él aún toca el corazón], cap. 3). Somos conscientes de que si Jesús realmente nunca se levantó de la muerte, entonces toda la fe cristiana es un engaño. ¿Dónde está, entonces, la certeza de la resurrección? ¿Qué pruebas convincentes existen para afirmar que hace dos mil años un hombre fue crucificado y sepultado y que resucitó al tercer día? Los profetas predijeron la resurrección del Mesías. Los autores de los Evangelios, escribiendo por separado, coincidieron el hecho de la resurrección de Jesús. La experiencia en la vida del cristiano es otra prueba más de la resurrección de Jesús. La resurrección es más que un acontecimiento futuro. Es una esperanza viviente Que se hace real mediante la presencia de Jesús. Esa esperanza viva cambia la muerte actual en algo que no tiene consecuencias definitivas. Por eso Jesús pudo decir que el que vive y cree en él, no morirá eternamente (Juan 11: 26). La seguridad del cristiano de que, aunque muera, volverá a vivir otra vez solo se produce porque Cristo ha resucitado: «Así también Dios traerá con Jesús a los que durmieron en él» (1 Tes. 4:14). Es imposible que la muerte retenga para siempre a los que duermen en el Señor. Tiene que devolverlos, porque Jesús ha resucitado. ¿Crees esto?

Tomado de la Matutina Siempre Gozosos.