Lugar: México
Palabra de Dios: Sofonías 3:17, DHH
El pastor Landeros cabalgaba detrás del guía que había contratado. Habían estado viajando juntos durante varios días, visitando aldeas en la montaña para distribuir medicamentos, libros y revistas.
En todos los lugares donde se detenían, el Pastor Landeros compartía el amor de Dios con la gente.
De pronto, el pastor Landeros se sintió impresionado a invitar al guía para que entregara su corazón a Dios. Había tratado antes de hablarle de Dios, pero el hombre no había parecido interesado.
-Me gustaría hablarle de Jesús -dijo el pastor. Pero, no obtuvo respuesta.
El guía ni siquiera se dio vuelta, para mirar hacia atrás. El pastor sabía que había hablado lo suficientemente fuerte como para que lo escuchara. Quizás era inútil. Todo lo que podía ver era la espalda del hombre. “Voy a seguir hablando, igualmente”, decidió el pastor.
Mientras seguían viaje, el pastor Landeros le habló de Jesús y de su amor, y de cómo había muerto en lugar de nosotros. Siguió hablando, aunque el guía parecía no estar prestando atención. Al dar vuelta en una curva, el pastor alcanzó a ver por un momento la cara del guía. Las lágrimas rodaban por sus mejillas. Ese día, el guía decidió aceptar a Jesús.
Pero, la historia no termina aquí. El guía confesó que el día anterior había ideado matar al pastor y quedarse con sus cosas. Pero, en lugar de hacerlo, decidió viajar un día más juntos, para no tener que acarrear todo ese equipaje.
Dios obra de maneras asombrosas. “El Señor tu Dios está en medio de ti; ¡él es poderoso, y te salvará!…’’
Tomado de Devocionales para menores
En algún lugar del mundo
Por Helen Lee Robinson