«Pero el que no las posee es como un ciego o corto de vista; ha olvidado que fue limpiado de sus pecados pasados» (2 Pedro 1:9).
Hace unos meses fui al oftalmólogo. El oftalmólogo es el médico que se especializa en la vista. El doctor me dijo que necesitaba anteojos para leer. Ahora he comenzado a formar parte del club de personas que necesitan anteojos para poder ver bien.
Algunas personas que usan anteojos son cortas de vista. Esto significa que tienen miopía, es decir, que solo pueden ver bien las cosas que están cerca. A las personas que tienen miopía les cuesta enfocar las cosas que están lejos.
El versículo de hoy nos dice que una persona que ha olvidado que sus pecados han sido perdonados es corta de vista o es ciega. Eso significa que solo puede enfocarse en lo que tiene más cerca, o sea, en sí misma. Y es que cuando solo pensamos en nuestros pecados y en nosotros mismos, simplemente terminamos pecando más. La Biblia dice que debemos enfocarnos en Jesús. Es decir; debemos mirar más allá de nosotros mismos y ver al único que puede salvarnos del pecado.
Si ya le has pedido a Dios que perdone tus pecados, entonces él te ha perdonado. ¿No es agradable saberlo? Si no le has pedido a Jesús que te perdone, detente, pídeselo ahora y cree entonces que él lo ha hecho. Puedes creerlo porque así ha ocurrido. ¡Él lo ha prometido! Ahora puedes ver otra vez.
Tomado de Devocionales para menores
Explorando con Jesús
Por Jim Feldbush