Lugar: Océano Atlántico
Palabra de Dios: Salmo 4:8
El barco se sacudía violentamente de aquí para allá, mientras olas gigantescas golpeaban contra sus costados. Cajas y cajones se deslizaban de un lado a otro, pegando contra las paredes y despertando a los pasajeros que aún dormían. Muchos de ellos ahora se acurrucaban en sus cabinas, oyendo la lluvia torrencial que aporreaba la cubierta más arriba y deseando estar de vuelta en sus hogares, en Inglaterra.
El ruido despertó a la hija del capitán, quien lentamente se sentó, restregándose los ojos. El barco dio un bandazo repentino, y los truenos rugieron en lo alto. Los ojos de la niña se abrieron grandes.
-¿Qué pasa? -preguntó-. ¿Estamos en peligro?
-Estamos en medio de una tormenta muy grande -le respondió alguien-. Podría volverse bastante peligroso.
-¿Está papá en el puente? -quiso saber la pequeña.
Cuando alguien le contestó que sí, la niña se relajó y se acostó nuevamente.
-Voy a dormir de nuevo -dijo, sin temer a la tormenta que rugía a su alrededor.
La niña sabía que su padre, el capitán del barco, estaba en el control de la situación. Confiando en él, ella podía volver a dormirse en quietud.
Algunos momentos, puedes enfrentar situaciones difíciles y peligrosas, pero puedes estar seguro de que tu Padre celestial está contigo y en el control de la situación. Puedes confiar en él en todo momento. Entonces, puedes decir: "En paz me acuesto y me duermo, porque sólo tú, Señor, me haces vivir confiado".
Tomado de Devocionales para menores
En algún lugar del mundo
Por Helen Lee Robinson