«Después tomo la grasa que el carnero tiene en la cola y sobre los intestinos y en el hígado, y toma también sus dos riñones y la grasa que los cubre, y su muslo derecho, porque es un carnero para la consagración de sacerdotes» (Éxodo 29: 22).
Hoy exploraremos parte del ritual del sacrificio israelita. Todas las partes del carnero que se mencionan en el versículo de hoy debían ser quemadas en el altar como una ofrenda a Dios. Pero, ¿Por qué debían usarse todas esas partes de un animal, como la cola, los riñones y el hígado? ¿Sabes para que sirve el hígado?
El hígado es un órgano especial dentro de tu cuerpo que ayuda a limpiar los venenos. Si nuestro hígado dejara de funcionar, los venenos que entran en tu sangre no se filtrarían y podrían matarte. Uno de los venenos que la gente ingiere es el alcohol. Beber alcohol durante años puede terminar dañando definitivamente el hígado. La mejor solución para es jamás introducir alcohol en tu cuerpo.
Así como no introducirías veneno en tu cuerpo a través de tu boca, Dios tampoco quiere que envenenes tu mente. Nuestra mente es aún más sensible que nuestro hígado. Deja que entren solo las cosas buenas de Dios en tu mente y sabrás lo que es vivir de verdad.
Tomado de Devocionales para menores
Explorando con Jesús
Por Jim Feldbush