Todos comieron hasta quedar satisfechos. Mateo 14:20.
Necesitarás una merienda (puede ser fruta picada o un sándwich integral).
En un monte apartado de la ciudad estaba mucha gente reunida para escuchar a Jesús, pues siempre decía cosas muy lindas e interesantes.
Jesús habló por muchas horas y todos estaban felices. Pero al llegar la tarde, comenzaron a sentir hambre, Sus provisiones se habían acabado y no había un lugar cercano para ir a conseguir comida. Al verlos, Jesús se compadeció y pidió a sus discípulos que les dieran de comer.
«¿Cómo les vamos a dar de comer, si son muchos y no tenemos suficiente para todos?», dijeron los discípulos.
Cerca de ellos estaba un niño que había llevado su merienda: unas rebanadas de pan y un par de pescaditos. Rápidamente la sacó y se acercó a los discípulos.
—No es mucho pero quiero compartirlo —dijo.
Al verlo, Jesús le agradeció por su generosidad y bendijo los alimentos. Luego, milagrosamente, ¡el pan y los pescados se multiplicaron! Todos pudieron comer y disfrutar, gracias a la provisión de Dios y a un niño que compartió su alimento con los que lo necesitaban.
Jesús siempre está pendiente de tus necesidades. Él da los recursos a tus padres para que puedan comprar la comida que diariamente llega a tu mesa. Ahora disfruta tu merienda mientras piensas en alguna persona necesitada con quien podrías compartir tus alimentos.
HABLA CON JESÚS
Gracias, Jesús, por los alimentos que siempre me das, ayúdame a compartirlos con otros. Amén.
Tomado de lecturas devocionales para preescolares 2017
¡PEQUEÑAS SONRISAS!
Por: Míriam Rodríguez Carrillo
#PequeñaSonrisas #MeditacionesMatutinas #DevociónMatutinaParaPreescolares #vigorespiritual #plenitudespiritual #FliaHernándezQuitian