Al que cree todo es posible. (Mar. 9:23).
Es la fe la que nos une con el cielo, y nos da fuerza para contender con las potencias de las tinieblas. En Cristo, Dios ha provisto medios para contrarrestar todo acto malo, y resistir toda tentación por fuerte que sea. (MC:58)
Los justos siempre han recibido ayuda de lo Alto. ¡Cuántas veces los enemigos de Dios unieron su fuerza y sabiduría para destruir el carácter y la influencia de algunas personas sencillas que confiaban en el Señor! Pero como Dios era con ellos, nadie pudo prevalecer en su contra....
Si se apartan de sus ídolos y del mundo, éste no los separará de Dios. Cristo es nuestro Salvador actual y suficiente. En él mora la plenitud. Los cristianos tienen el privilegio de saber realmente que Cristo es una verdad en ellos. “Esta es la victoria que vence al mundo, nuestra fe.” Para aquel que cree todo es posible; y cualquier cosa que pidamos en oración, si creemos que la recibiremos, la tendremos. Una fe tal traspasará la nube más densa y llevará rayos de luz y esperanza al alma decaída y desanimada. La falta de fe y confianza es lo que crea perplejidad, temores angustiosos y presentimientos de mal. Dios liará grandes cosas por su pueblo cuando éste deposite toda su confianza en él.
(2T:139-140)
Por medio de la fe los hijos de Dios “subyugaron reinos, obraron justicia, obtuvieron promesas, cerraron la boca de los leones, aplacaron el furor de las llamas, se salvaron del filo de la espada, de la debilidad sacaron fortaleza, cobraron valor en la batalla, y pusieron en fuga los ejércitos extraños.” Y mediante la fe, hoy debemos alcanzar la cima del propósito que Dios nos ha destinado. (PR:157) (10)
Devocional Vespertino
“Mi Vida Hoy”
Enero – Una vida consagrada
Por: Elena G. de White