«Por eso serán como la niebla de la mañana, como el rocío de madrugada, que temprano desaparece, como la paja que se lleva el viento, como el humo que sale por la chimenea» (Oseas 13:3).
Hoy vamos de expedición al desierto. Mira más allá de esa enorme cantidad de arena. ¿Puedes ver cómo suben las olas de calor? ¿Alguna vez has visto el humo de una fogata? ¿Has notado cómo sube al cielo? Cualquier aire que sea más caliente que el aire que lo rodea, sube. Por eso es que los globos de aire caliente se elevan. El aire caliente está tratando de escapar pero no puede, por eso el globo sube.
¿Qué ocurre con el aire caliente que sube hasta el cielo? Simplemente desaparece. El versículo de hoy habla de individuos que adoran ídolos y no al verdadero Dios. Dios dice que ellos se elevarán como el calor y el humo, desapareciendo para siempre. Su vida se acabará porque solo Jesús puede dar vida eterna.
Jesús quiere que lo adoremos. Él no quiere que sigamos a Satanás. Él sabe que la vida de Satanás terminará como el humo, y no quiere que nosotros terminemos así. ¡Si sigues a Jesús, tú también te elevarás, pero para encontrarte con él en el aire cuando regrese de nuevo!
Tomado de Devocionales para menores
Explorando con Jesús
Por Jim Feldbush