Lugar:Europa
Palaabra de Dios: 1 Tesalonicenses 5:2, 4-6
Mientras viajábamos por Europa, mi familia pasó varias noches sobre el tren. Nos subíamos al tren a la noche y cuando nos despertábamos, a la mañana siguiente, estábamos en otro país. Cada vagón tenía una cantidad de compartimientos para seis personas, y como nosotros éramos seis, teníamos un compartimiento para nosotros solos.
¿Alguien vio mi cartera? -preguntó mi mamá una mañana. Rápidamente te buscamos en el estante sobre nuestras cabezas. Miramos debajo de los asientos. Buscamos por todas partes, pero no pudimos encontrar la cartera. Alguien debió haber entrado durante la noche y se la había llevado. Afortunadamente, no tenía nada de valor allí, ya que mi papá tenía nuestro dinero, pasaportes y otros documentos importantes.
Cuando mi mamá fue al baño del tren, allí encontró, desparramada en el piso, el contenido de su cartera. Aparentemente, el ladrón se había chasqueado con lo que había encontrado. Desde ese momento, estuvimos más alerta. Mi papá dormía con un extremo del cinturón alrededor de su muñeca y el otro en la manija de la puerta. De esa munera, si alguien abría la puerta, tiraría del brazo de mi papá y lo despertaría.
La Biblia dice que "el día del Señor llegará como ladrón en la noche". En otras palabras, así como el ladrón nos sorprendió porque no estábamos atentos, la segunda venida de Jesús tomará a algunos por sorpresa. Pero, esa no es la manera en que necesariamente tiene que Ser. La Biblia continúa diciendo: "Ustedes, en cambio, hermanos, no están en la oscuridad para que ese día los sorprenda como un ladrón. Todos ustedes son hijos de la luz y del día. No somos de la noche ni de la oscuridad. No debemos, pues, dormirnos como los demás, sino mantenernos alerta y en nuestro sano juicio".
Tomado de Devocionales para menores
En algún lugar del mundo
Por Helen Lee Robinson