Lugar: España
Palabra de Dios: Proverbios 29:11
Cada año, millares de personas acuden a las plazas de toros de España a contemplar uno de los deportes más populares en el país. La multitud aclama al matador, vestido con un traje ajustado y brillante, cuando entra en la plaza a enfrentar al toro. Con su mano sacude, desafiante, una capa de color rojo brillante frente a la criatura que está frente a él.
El toro ve rojo y ataca. ¡Ole! grita la multitud.
Mientras el torero mueve su capa roja de diferentes maneras, el toro continúa arremetiendo. Una y otra vez va hacia la tela roja, jadeando, resoplando en el aire, rascando el suelo, enojándose más con cada pasada.
La expresión "ver rojo" se ha convertido en sinónimo de estar enojado. ¿Qué tiene ese color que hace que el toro arremeta? La verdad es que los toros no distinguen los colores; podrías sacudir una tela blanca frente al toro, o verde o azul, y obtendrías la misma reacción.
¿Conoces a alguien así, que "ve rojo" todo el tiempo? No es una imagen agradable, ¿verdad? La Biblia dice: "El necio da rienda suelta a su ira, pero el sabio sabe dominarla".
Al final, el torero mata al toro, razón por la cual las corridas de toros crean controversia. Pero ¿qué ocurre si el animal se niega a enojarse? Entonces, alguien levanta una bandera, y algunos encargados sacan a ese animal y lo remplazan con otro.
Esa es una manera de evitar una pelea mortal: negarse a enojarse. Suena como un buen consejo. Entonces, no permitas que tu enojo te domine, sino pide a Dios que te ayude a mantener tu carácter controlado.
Tomado de Devocionales para menores
En algún lugar del mundo
Por Helen Lee Robinson