«Entre tanto, el Señor había dispuesto un enorme pez para que se tragara a Jonás. Y Jonás pasó tres días y tres noches dentro del pez» (Jonás 1:17).
¿Te imaginas cómo sería ser tragado por un gran pez? La Biblia no especifica qué clase de pez fue, pero hay algunos peces en el océano lo suficientemente grandes como para tragarse a una persona. Uno de ellos es el tiburón ballena.
Los tiburones ballena pueden crecer hasta 18 metros de largo. ¡Son inmensos! Pero a pesar de su tamaño son criaturas mansas. Una persona puede montarse sobre ellos y dar un paseo sin que el señor tiburón ballena se moleste. Por muy grandes y fuertes que parezcan, los tiburones ballena se alimentan solo de animales pequeños. De hecho, los animales que comen son tan pequeños que ni siquiera podemos verlos. Si lo que se tragó a Jonás fue un tiburón ballena, tal vez lo vomitó porque era demasiado grande.
Dios quiere que tú seas fuerte y manso como el tiburón ballena. Fuerte para él y manso ante aquellos que pudieran ofenderte. Él quiere que busques maneras de ayudar a quienes lo necesitan a tu alrededor Él quiere que seas bondadoso. Sé cómo el tiburón ballena. ¡Sé un gigante bueno!
Tomado de Devocionales para menores
Explorando con Jesús
Por Jim Feldbush