«Dios concedió a Salomón mucha sabiduría e inteligencia, y una comprensión tan abundante como la arena que está a la orilla del mar» (1 Reyes 4:29).
¡Mira que era sabio Salomón! Tenía una sabiduría tan abundante como la arena del mar. Nosotros no sabemos exactamente cuánta arena hay a la orilla del mar pero puedo contarte algo interesante sobre una clase de arena especial que se llama sílice.
La arena de la playa está compuesta por millones de pequeñas partículas de piedra. La sílice, que está compuesta principalmente de cuarzo (un tipo de piedra muy hermosa) se usa para fabricar vidrio. Así como lo oyes, uno de los ingredientes de los vidrios de las ventanas es la arena. La sílice es calentada a altas temperaturas y después enfriada rápidamente. Así es como se hace el vidrio.
A veces los problemas de la vida son como la arena, parecieran ser demasiados, pero Dios puede darnos sabiduría para enfrentarlos. A veces no podemos ver más allá de los problemas, pero Dios puede tomar cualquier situación oscura y hacerla clara como el vidrio.
Pídele a Dios que te dé una dosis de su sabiduría para que puedas ver claramente la necesidad de depender totalmente de él.
Tomado de Devocionales para menores
Explorando con Jesús
Por Jim Feldbush