Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas (Proverbios 3:5, 6).
¡Transplante total de rodilla! Había postergado continuamente la cirugía inevitable por casi nueve años. Mientras esperaba algún nuevo procedimiento para las rodillas, continuamente le pedía al Señor que me guiara. ¿Cuándo y dónde debía realizarme la cirugía? ¿A qué médico debía ir para la intervención?
Mi hija quería que me operara en Michigan. El problema era que mi hija, mi hijo y sus cónyuges trabajaban. Ninguno de ellos estaría disponible para llevarme a la rehabilitación tres veces por semana.
Entonces, mi hermana Joyce, enfermera jubilada, me sugirió que me operara cerca de su casa en Carolina del Sur, y me quedara con ella. Su casa es de un piso y ella podría llevarme a la rehabilitación. Mi otra hermana, Peg, y su esposo, Gene, también están jubilados y viven en la casa contigua a Joyce. Como era de esperar, necesitaría que ellos ocuparan el lugar de Joyce cuando ella tuviera viajar fuera de la ciudad. Otro punto a favor era que todos ellos vivían en Sun City, que es una comunidad encantadora para mi recuperación.
Averigüé acerca de dos médicos en la zona y pedí un turno con uno de ellos. Un mes antes de mi turno, mi cuñado Gene compartió conmigo un artículo acerca de un tercer médico que usaba un nuevo procedimiento con la ayuda de una computadora. Hacía una incisión pequeña y no necesitaba cortar la rótula, como lo haría el otro doctor. Esto significaría menos dolor y una rápida recuperación. También utilizaba diferentes tamaños de implantes, a fin de que coincidieran con la estructura del hueso. Por lo tanto, me decidí por el tercer profesional.
Mi recuperación fue asombrosa, y no experimenté el dolor insoportable del que me habían hablado. Camino sin el bastón y subo las escaleras sin problemas. Pasaron solo seis semanas y media, y conduje seiscientos cuarenta kilómetros hasta mi hogar en pocos días.
Puedes confiar en el Señor. Respondió mis oraciones, me guió y proveyó Para todas mis necesidades. Está muy interesado en cada una de nosotras. Agradécele diariamente.
¡Transplante total de rodilla! Había postergado continuamente la cirugía inevitable por casi nueve años. Mientras esperaba algún nuevo procedimiento para las rodillas, continuamente le pedía al Señor que me guiara. ¿Cuándo y dónde debía realizarme la cirugía? ¿A qué médico debía ir para la intervención?
Mi hija quería que me operara en Michigan. El problema era que mi hija, mi hijo y sus cónyuges trabajaban. Ninguno de ellos estaría disponible para llevarme a la rehabilitación tres veces por semana.
Entonces, mi hermana Joyce, enfermera jubilada, me sugirió que me operara cerca de su casa en Carolina del Sur, y me quedara con ella. Su casa es de un piso y ella podría llevarme a la rehabilitación. Mi otra hermana, Peg, y su esposo, Gene, también están jubilados y viven en la casa contigua a Joyce. Como era de esperar, necesitaría que ellos ocuparan el lugar de Joyce cuando ella tuviera viajar fuera de la ciudad. Otro punto a favor era que todos ellos vivían en Sun City, que es una comunidad encantadora para mi recuperación.
Averigüé acerca de dos médicos en la zona y pedí un turno con uno de ellos. Un mes antes de mi turno, mi cuñado Gene compartió conmigo un artículo acerca de un tercer médico que usaba un nuevo procedimiento con la ayuda de una computadora. Hacía una incisión pequeña y no necesitaba cortar la rótula, como lo haría el otro doctor. Esto significaría menos dolor y una rápida recuperación. También utilizaba diferentes tamaños de implantes, a fin de que coincidieran con la estructura del hueso. Por lo tanto, me decidí por el tercer profesional.
Mi recuperación fue asombrosa, y no experimenté el dolor insoportable del que me habían hablado. Camino sin el bastón y subo las escaleras sin problemas. Pasaron solo seis semanas y media, y conduje seiscientos cuarenta kilómetros hasta mi hogar en pocos días.
Puedes confiar en el Señor. Respondió mis oraciones, me guió y proveyó Para todas mis necesidades. Está muy interesado en cada una de nosotras. Agradécele diariamente.
Patricia Mulraney Kovalsky
Tomado de Meditaciones Matinales para la mujer
Mi Refugio
Autora: Ardis Dick Stenbkken
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