Materiales: «Beba usted, y también les daré agua a sus camellos». Génesis 24: 14
¿Alguna vez has estado muy cansado y sediento? Así estaba Eliezer, el ayudante de Abraham, a quien le habían encargado una tarea especial. Sus camellos estaban cansados y cargados de regalos. Quizás te preguntarás: ¿Para quién eran tantos regalos?
Eran para la joven que iba a ser la esposa de Isaac. Pero Eliezer no sabía quién era, por eso, él le pidió a Dios que la joven que le diera agua a él y a sus camellos, fuera la elegida.
Esa joven fue Rebeca. ¿Sabes qué? Ella no solo les dio agua fresca, sino que también les dio comida y los llevó a su casa para que descansaran. Como resultado de esto, recibió muchos regalos y se convirtió en la esposa de Isaac.
¡Qué lindo mensaje! Cada vez que ayudas a alguien, dándole un vaso de agua, o un plato de comida, o un abrigo si tiene frío, o compartiendo con él tu asiento en la iglesia o el banco en el parque, tú también estás ganando regalos, pero no aquí en la tierra, sino en el cielo. El gran regalo de que Jesús te llevará algún día a vivir con él.
Oremos: Querido Jesús, ayúdame a ser generoso.
Pasito a pasito, Crezco y aprendo
¡Vive y crece sanamente!
Por: Kathy Hernández de Polanco
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