“Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora” Eclesiastés 3:1
Cuando un nuevo año comienza nos proponemos muchas metas, desafíos, sueños. Deseamos lograr todo lo que el año anterior no nos permitió conseguir. Comenzamos con entusiasmo, con fuerzas, con deseos de lograr lo que tanto anhelamos.
Al principio, todo nos parece fácil, tenemos doce meses para lograr nuestros objetivos, por lo tanto no nos desesperamos y nos tomamos el tiempo. Pronto nos damos cuenta de que el año pasa rápidamente, y con la misma velocidad se lleva nuestras decisiones.
Todo tiene su tiempo. Si bien es cierto que no debemos malgastar la vida, tampoco es sabio tomar decisiones apresuradas. A veces decidimos algo sin pensar demasiado en las consecuencias, y eso es causa de que algunas cosas nos salgan mal. No obstante, hay proyectos y sueños que "tienen su tiempo", y si dejamos pasar ese tiempo, se irán con la vida y nunca los veremos realizados.
El político, científico e inventor estadounidense Benjamín Franklin, en una de sus conocidas reflexiones dijo: "No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy", y yo me atrevo a agregar: "pero tómate un tiempo para pensar detenidamente antes de hacerlo".
Pidamos siempre la dirección de Dios antes de tomar una decisión importante. Pidamos siempre su consejo cuando estemos confundidas o inseguras. Pidamos su ayuda cuando la carga sea demasiado pesada para nosotras. Pidamos a Dios que nos acompañe cada día, que camine a nuestro lado, asiendo nuestra mano, y que cuando estemos cansadas él nos lleve en sus brazos.
Él sabe lo que necesitamos, pero espera que se lo pidamos. De esa manera estrechamos nuestra comunión con él. Por eso, te invito a arrodillarte cada mañana para hablar con el Señor, imaginando que él está a tu lado escuchándote. Él se siente feliz al ver que sus hijas toman un momento en su día para hablarle. Así lo sentirás cerca y su ayuda vendrá cuando la necesites.
Al comenzar este nuevo año, antes de fijarte metas, sueños o desafíos, proponte estar cerca de Dios, vivir a su lado, contarle tus sueños y serle fiel. Entonces te sentirás segura de que él te ayudará a lograr lo que te propongas.
Tomado de LECTURAS DEVOCIONALES PARA LA MUJER
DE MUJER A MUJER
Recopilado por: Pilar Calle de Henger