«Llora, oh pino, porque cayó el cedro, porque aquellos árboles hermosos han quedado destruidos! ¡Giman ustedes, encinas de Basan, porque el bosque espeso ha sido derribado!» (Zacarías 11:2).
¿Estás listo para la Navidad? Yo sé que aún faltan más de tres meses, pero a mí me encanta pensar en la Navidad en cualquier época del año. Son tantas las cosas que me llegan a la memoria cuando pienso en la Navidad: el nacimiento de Jesús en esta tierra, mi familia y mis amigos, los regalos y el árbol. La mayoría de los árboles de Navidad son pinos, como el que se menciona en el versículo de hoy. Los árboles de Navidad son hermosos, pero creo que a mí me gustan más por su aroma. El árbol de Navidad hace que la casa huela delicioso.
¿Te gustaría ser hoy un «cristiano árbol de Navidad»? Me refiero a un cristiano que llene de un aroma agradable el lugar donde esté, no con el perfume que lleva puesto, sino a través de su bondad y alegría. Si somos cristianos bondadosos y alegres, podemos hacer que el día de los demás esté impregnado de la agradable fragancia de Jesús.
Quizá hoy mismo te encuentres a algunas personas que no están muy contentas. Tal vez te sientas tentado a no tratarlos tan bien por su actitud. ¡No lo hagas! Deja que el dulce aroma de Jesús emane de tu corazón y haz que este septiembre sea como una verdadera Navidad para ti y para los demás.
Tomado de Devocionales para menores
Explorando con Jesús
Por Jim Feldbush