Aunque afligido yo y necesitado, Jehová pensará en mí. Mi ayuda y mi libertador eres tú; Dios mío, no te tardes. Salmo 40:17.
Una cosa es que alguien con autoridad te escuche y otra cosa es que piense en ti ¿no es cierto? Pues en este Salmo, David comienza con la declaración de que Dios se inclinó a él y oyó su clamor, y termina con el texto citado el día de hoy. ¿Alguna vez has logrado que alguien importante te escuche? Obtener una entrevista con el director de la organización, una autoridad gubernamental, siempre lo consideramos como un logro, especialmente si percibimos que hemos sido escuchados. David dice de Dios: «Se inclinó hacia mí» (vers. 1).
Pero lograr que las personas a las que acudimos atiendan nuestra solicitud es algo muy difícil. Y que lleguen a pensar en nosotros más. ¡Eso sería fantástico! Mi madre le escribió un día al Presidente de la República. Mi padre enfrentaba una situación a todas luces injusta en su relación laboral con el gobierno. Entonces mi madre, que es una gran mujer de fe, decidió llevar este asunto a la instancia más elevada del país.
¿Sabes qué? ¡Pues que el Presidente contestó su carta! Le prometió que resolverían el caso... ¡Y lo resolvieron a favor de mi padre! En este Salmo, David nos invita a acudir al trono del universo con nuestras solicitudes, preocupaciones; cargas físicas, mentales y espirituales. El Salmo tiene declaraciones verdaderamente animadoras:
En el corazón de este Salmo hay una declaración que vincula a Jesucristo con nosotros. Está en el versículo 7: «"Aquí me tienes", como el libro dice de mí». Luego se alude a esta declaración en Hebreos 10: 5-7. El nexo entre estos dos pasajes es importante, porque sabemos que Jesús es nuestro Hermano mayor y está en la presencia de Dios como nuestro ¡Defensor! Ten la completa garantía de que Dios pensará en ti. Puedes estar afligido y necesitado, pero no estás solo. Puedes enfrentar el día sin temor.
Tomado de Meditaciones Matinales para Jóvenes
¡Libérate! Dale una oportunidad al Espíritu Santo
Autor: Ismael Castillo Osuna
Una cosa es que alguien con autoridad te escuche y otra cosa es que piense en ti ¿no es cierto? Pues en este Salmo, David comienza con la declaración de que Dios se inclinó a él y oyó su clamor, y termina con el texto citado el día de hoy. ¿Alguna vez has logrado que alguien importante te escuche? Obtener una entrevista con el director de la organización, una autoridad gubernamental, siempre lo consideramos como un logro, especialmente si percibimos que hemos sido escuchados. David dice de Dios: «Se inclinó hacia mí» (vers. 1).
Pero lograr que las personas a las que acudimos atiendan nuestra solicitud es algo muy difícil. Y que lleguen a pensar en nosotros más. ¡Eso sería fantástico! Mi madre le escribió un día al Presidente de la República. Mi padre enfrentaba una situación a todas luces injusta en su relación laboral con el gobierno. Entonces mi madre, que es una gran mujer de fe, decidió llevar este asunto a la instancia más elevada del país.
¿Sabes qué? ¡Pues que el Presidente contestó su carta! Le prometió que resolverían el caso... ¡Y lo resolvieron a favor de mi padre! En este Salmo, David nos invita a acudir al trono del universo con nuestras solicitudes, preocupaciones; cargas físicas, mentales y espirituales. El Salmo tiene declaraciones verdaderamente animadoras:
- «Puso en mis labios un cántico nuevo, un himno de alabanza a nuestro Dios» (vers. 3).
- «Dichoso el que pone su confianza en el Señor» (vers. 4).
- «Muchas son, Señor mi Dios, las maravillas que tú has hecho» (vers. 5).
- «No es posible enumerar tus bondades en favor nuestro» (vers. 5).
En el corazón de este Salmo hay una declaración que vincula a Jesucristo con nosotros. Está en el versículo 7: «"Aquí me tienes", como el libro dice de mí». Luego se alude a esta declaración en Hebreos 10: 5-7. El nexo entre estos dos pasajes es importante, porque sabemos que Jesús es nuestro Hermano mayor y está en la presencia de Dios como nuestro ¡Defensor! Ten la completa garantía de que Dios pensará en ti. Puedes estar afligido y necesitado, pero no estás solo. Puedes enfrentar el día sin temor.
«El Señor está al tanto de los secretos de cada alma». MJ 245
Tomado de Meditaciones Matinales para Jóvenes
¡Libérate! Dale una oportunidad al Espíritu Santo
Autor: Ismael Castillo Osuna