Lugar: Rusia
Palabra de Dios: Génesis 2:2
Piensa en esto: un día es igual a la cantidad de tiempo que demora la Tierra en rotar sobre su eje. El mes está basado en el ciclo de la luna. Y un año es igual a la cantidad de tiempo que demora la Tierra en dar la vuelta completa alrededor del Sol. Pero ¿qué es lo que determina la extensión de la semana? La única buena respuesta es la creación.
La Biblia dice: “Al llegar el séptimo día, Dios descansó porque había terminado la obra que había emprendido”. Dios hizo el mundo en seis días y descansó el séptimo, y desde entonces el mundo ha seguido la semana de siete días.
En 1929, el gobierno ruso decidió cambiar el calendario a cinco días por semana. De esa manera, no estarían siguiendo un calendario con base religiosa. No habría más fines de semana; cada semana iría de lunes a viernes. ¿Puedes imaginarte lo que habría sido eso? Irías a la escuela todos los días, y la gente trabajaría sin parar.
Como puedes imaginarte, el calendario de cinco días fue poco popular desde su mismo comienzo. Los soviéticos querían tener fines de semana otra vez. Y así fue como, después de tres años, el gobierno finalmente decidió abandonar la semana de cinco días.
Los rusos no fueron los primeros en tratar de cambiar el ciclo semanal. En 1792, Francia propuso una semana de diez días, pero eso tampoco funcionó. Aunque el ciclo semanal no se basa ni en el sol, ni en la luna ni en ningún objeto o ciclo natural, continúa siendo de siete días. Es un recordativo de la Creación.
La próxima vez que mires un calendario, piensa en esto: Dios hizo el mundo en siete días, y esa es la razón por la cual siete días es igual a una semana.
Tomado de Devocionales para menores
En algún lugar del mundo
Por Helen Lee Robinson