viernes, 8 de abril de 2011

UN BAÑO DE AMOR 2ª PARTE

Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos (Salmos 19:1).

En tu agitado día a día, ¿pudiste ayer de alguna forma contemplar el rostro de Dios reflejado en la naturaleza? Si así fue, estoy segura de que habrá sido una experiencia muy gratificante para ti. Si por alguna razón no pudiste hacerlo, tienes hoy una nueva oportunidad, ya que la mano de Dios sigue dibujando nuevas rosas, pintando con nuevos matices los amaneceres y con nuevos colores los atardeceres.

El cielo siempre te regalara su azul pálido, aunque algunas veces este nublado y oscuro. La luna y las estrellas te presentaran un tapiz cuajado de bordados, tejidos y calados, cual nunca el ser humano ha superado. ¿Ves? Cada día Dios te muestra su amor. Pero lambien desea comunicarse contigo, y para ello ha ido dejando mensajes en cada obra de sus manos. ¡Escúchalos!: «Dios habla en la blancura de la nieve./El habla y el botón se abre en flor. /Su voz se oye en capillas y en palomas de paz. / Dios habla, en el silencio de la noche. / Dios habla, en el cálido fulgor, / del ocaso encendido, matizando nubecillas. / Dios habla en esa maravilla. / Dios habla en montañas y en valles. / El habla en la fragancia de la lluvia. / El poderoso no en su apuro hacia el mar. / Dios habla en ti y en mi».

Este inspirador mensaje, envuelto en la melodía de una naturaleza agradecida por la versatilidad de su creación, tiene algo especial que decirte a ti. Si Dios tiene poder para crear y sustentar su vasto universo, no tienes por qué sentirte sola. Si el ser humano egoísta te da la espalda, no sufras. Tienes un Dios todopoderoso que está a tu lado, que te despierta cada mañana con los tibios rayos de su sol, la brisa refrescante o la fragancia de una flor. Él quiere hablarte cada día. Esta junto a tu cama al levantarte y cuando te acuestas, a tu lado cuando sales y cuando entras. ¿Quieres escuchar esa voz?

La voz de Dios esta matizada con distintas melodías y colores. ¡Escúchala!

Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera

SIN MENTIRAS

Si anduve con mentira, y si mi pie se apresuró a engaño, péseme Dios en balanzas de justicia, y conocerá mi integridad. Job 31:5, 6.

¿Te diste cuenta que fácil es mentir? ¿Has visto con qué facilidad se pueden cambiar las palabras y pervertir levemente la realidad, tornando así la verdad en mentira? No es sencillo hablar siempre la verdad, ya que la naturaleza humana parece estar impregnada con este pecado que se inició en el Edén con las palabras de la serpiente. Como torrente de agua en un deshielo, la mentira inundo todas las relaciones humanas, y tristemente la verdad fue pisoteada y mancillada por aquellos que tienen el don del habla.
Job, como hombre de Dios, procuró que su hablar se pareciera al de su Creador, porque él sabía que de nada valía hacer grandes sacrificios, matar muchos animales en ofrendas y realizar largas oraciones, si sus palabras expresaban la mentira.
Es común ver a adolescentes y jóvenes que mienten con el propósito de ser admirados. Algunas veces relatan grandes proezas para recibir el aplauso de quienes los escuchan, pero ¿qué sentido tiene recibir aplausos por algo que no se hizo? ¿De qué sirve ser admirado, si en realidad están admirando a una imagen ilusoria y no a la persona real?
Como docente luche tenazmente contra la práctica de copiar en los exámenes, porque mirar la hoja de un compañero para escribir lo que no se sabe, es mentir sobre el conocimiento que se posee. Los exámenes se realizan para comprobar si el estudiante aprendió. Si su examen dice que aprendió pero en realidad no lo hizo, es mentira y no tiene mucha lógica. Casi siempre fui más comprensivo con el alumno que me decía que no había estudiado, en contraste con aquel que recurría a copiarse para obtener la aprobación. Me dolía que mintieran.
Dios, el Eterno Juez y Señor de la tierra, desea que sus hijos vivan a la luz de la verdad. Él sabe que quienes mienten están bajo la influencia del enemigo, ya que el diablo "es mentiroso, y padre de mentira" (Juan 8:44), pero con su poder desea librarlos para que transiten por la vida como auténticos cristianos. Por eso, Jesús, "el camino, la verdad y la vida" (Juan 14:6), te invita hoy otra vez para que le des el primer lugar en tu corazón, para que su amor y su poder transformador te ayuden a crecer espiritualmente y abandones para siempre la mentira.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuela

¿DOCTRINA?

Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ese si tiene al Padre y al Hijo. 2 Juan 1:9.

Amaba de una forma extraña. Sin amor. Lo que llamaba amor era hueco; campana sin sonido; melodía sin música. "Amo a Jesús", decía, "pero no me gusta la doctrina".
Lo mire, y lo admire. Joven brillante; ojos vivaces y sonrisa autentica. Yo también, en mi juventud, me sentí tentado a separar a Jesús de su doctrina. La vida, instrumento divino de enseñanza, me fue diciendo, al oído, con el tiempo: que locura es esa? ¿Como intentas disociar a Jesús?
La palabra "doctrina", en el original griego, es didaké; significa enseñanza. La enseñanza divina es el camino; sin camino, estas perdido. Jesús enseñó, en cierta oportunidad: "Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie viene al Padre sino por mí".
No existe separación entre Jesús y su doctrina. Él es la doctrina; él es el camino hacia el Padre. Es por eso que la persona que se extravía de la doctrina "no tiene a Dios".
Extraviarse es perderse; en el griego, parabaino. Significa escoger su propio camino, apartarse, caminar al lado del camino correcto. Seguir los instintos del loco corazón, que lleva a la autodestrucción.
El cristianismo moderno se ve tentado a pensar que amar a Jesús es, simplemente, un asunto de emoción; basta cerrar los ojos, cantar y levantar las manos. Al terminar la emoción y el éxtasis, continúe mi propio rumbo; como si Jesús no existiese.
El cristianismo autentico no está desprovisto de emoción; pero es más. Es caminar en Jesús y vivir su doctrina. Vivir la doctrina es vivir en Jesús.
Me llevo tiempo explicarle. Pero, teníamos una hora y media de viaje hasta llegar a nuestro destino; tiempo suficiente para comprobar que la autenticidad de su sonrisa era el reflejo de un corazón sincero.
Tú eres lo más precioso que Jesús tiene en este mundo. Lo que el más anhela es verte feliz; por eso te muestra el camino. El camino es su doctrina.
No inicies este nuevo día sin proponerte andar en el camino que te llevara al puerto de tus sueños. "Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ese si tiene al Padre y al Hijo".

Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón