«Y mientras ellos iban caminando y hablando, de pronto apareció un carro de fuego, con caballos también de fuego, que los separó, y Elías subió al cielo en un torbellino» (2 Reyes 2: 11).
¿Puedes imaginar esa escena? Elías subiendo al cielo en un torbellino, sobre un carro de fuego. ¡Qué cosa asombrosa!
¿Sabes qué es un torbellino? Es como un pequeño tornado. En un día ventoso tal vez hayas visto polvo o papeles que son levantados por el viento y que comienzan a avanzar dando vueltas y vueltas. Estos se van elevando a medida que avanzan. Elías también se fue elevando cada vez más hasta que llegó al cielo. ¡Menudo paseo!
Las personas que escogemos como amigos pueden ser como un torbellino o como el desagüe de nuestra bañera. Algunos nos elevan con las cosas maravillosas que dicen. Parecen remolinos que nos hacen llegar alto y alcanzar metas elevadas en nuestra vida. Otros, en cambio, usan palabras y hablan de cosas que rebajan nuestro espíritu como un remolino de agua yéndose por el desagüe.
Escoge a tus amigos cuidadosamente. Ayúdalos a elevarse con buenos consejos y acciones y verás cómo todos van a querer entrar en tu «torbellino».
Tomado de Devocionales para menores
Explorando con Jesús
Por Jim Feldbush