«Cargamentos de oro, plata, piedras preciosas, perlas, telas de lino fino y de seda, de color púrpura y rojo; toda clase de maderas aromáticas; objetos de marfil, de maderas preciosas, de bronce, de hierro y de mármol» (Apocalipsis 18:2).
En nuestro recorrido de hoy por el libro de Apocalipsis vamos a aprender un poco sobre las perlas. Las perlas que son perfectas y naturales son muy valiosas. Si las ves, son perfectamente redondas, brillantes y hermosas. Pero lo más asombroso de las perlas naturales es de dónde provienen. Estas se encuentran dentro de las ostras. Una ostra es un animal que vive en el mar. Se trata de un animal blandito que está protegido por dos conchas que se cierran como dos labios. A veces, cuando los labios de la ostra están un poco abiertos, se cuela un poco de arena en el interior de la ostra. Para protegerse de ser dañada por la arena, la ostra cubre la arena con varias capas de un material fuerte, pulido y brillante. A medida que varias capas de este material van cubriendo la arena, se va creando la perla.
Hay momentos en la vida en que algunas cosas nos molestan como la arena molesta el suave interior de la ostra. Tenemos dos opciones: quejarnos y lloriquear; o pedirle a Dios que cubra nuestra vida con su gracia. Deja que Dios te cubra y fíjate en cómo transforma la arena en una perla de gracia.
Tomado de Devocionales para menores
Explorando con Jesús
Por Jim Feldbush