Materiales: Lápiz y papel.
«No se olviden de ser amables con los que lleguen a su casa, pues de esa manera, sin saberlo, algunos hospedaron ángeles». Hebreos 13: 2
¿Te gustan las visitas? A todos nos gusta que nuestros amiguitos nos visiten. Nos ponemos muy contentos cuando viene un tío o una tía a casa. También cuando nuestros abuelitos nos visitan nos sentimos felices. Ahora imagínate cómo sería recibir a Jesús de visita. ¡Qué emocionante!
La Biblia dice que cuando Abraham tenía noventa y nueve años, Jesús fue a visitarlo junto con dos ángeles. Pero Abraham no sabía que era Jesús, porque Jesús iba vestido como una persona normal, y parecía una persona normal.
Abraham trató muy bien a sus visitantes especiales. Preparó agua para que se lavaran los pies y les mandó a preparar una deliciosa comida: un becerro especial, pan, leche y mantequilla. ¡Qué delicioso!
Jesús se sintió muy bien en compañía de su amigo Abraham y se quedaron conversando todo el día. Nosotros también debemos tratar bien a las personas que nos visitan. Aunque no las conozcamos, para Dios son personas especiales.
Ahora, con la ayuda de papá y mamá, haz una lista de las cosas que puedes hacer para que tus amiguitos se sientan bien cuando te visitan. La próxima vez que alguien te visite pon en práctica lo que escribiste en la lista.
Oremos: Querido Jesús, ayúdame a tratar bien a las personas que vienen a mi casa. Amén.
Pasito a pasito, Crezco y aprendo
¡Vive y crece sanamente!
Por: Kathy Hernández de Polanco