«Entraron para limpiar la casa del Señor». 2 Crónicas 29: 15, LBLA
Hoy te quiero contar algo de cuando yo tenía tu edad. Después que limpiaban la casa me gustaba acostarme en el piso limpio. ¡Se sentía tan rico! ¿Sabes por qué? Porque la limpieza es buena, y es importante tener una casa limpia.
Hace mucho tiempo los israelitas se olvidaron de Dios y cerraron las puertas de la iglesia, y ya no se reunían para cantar. Como resultado la casa se fue ensuciando. Luego vino un nuevo rey, llamado Ezequías. Él abrió las puertas de la iglesia y al ver que estaba sucia llamó al pueblo y les dijo que limpiaran la casa de Dios.
Inmediatamente ellos comenzaron a trabajar. Limpiaron todo, así que ya podían cantar y adorar a Jesús en una casa limpia.
Ya estás creciendo. Creo que puedes ayudar a mamá en la limpieza de la casa, así como los israelitas limpiaron la casa de Dios. ¿Qué cosas puedes hacer para ayudar a mamá a limpiar la casa? Piénsalas y dilas en alto.
Debes ayudar a que tu casa esté limpia, así Jesús se sentirá cómodo en ella. Pídele a mami que te asigne una tarea en la casa. Ella te ayudará hasta que lo puedas hacer solito.
Oración: Querido Jesús, ayúdame a ser limpio y organizado, para que así estés feliz cuando vengas a visitarme.
Tomado de devocionales para preescolares 2016
Pasito a pasito, Crezco y aprendo
¡Vive y crece sanamente!
Por: Kathy Hernández de Polanco
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