miércoles, 19 de enero de 2011

UN CHAT CON JONATÁN

«En todo tiempo ama el amigo», Proverbios 17: 17.

Tú: ¡Jonatán!, qué bueno que puedo platicar, contigo porque quiero preguntarte cuál es el secreto para tener buenos amigos.

Jonatán: De seguro me lo preguntas porque has leído mi historia en la Biblia, y cómo David y yo fuimos grandes amigos.

Tú: Sí, quiero que me digas cómo le hago.

Jonatán: Aunque él y yo no éramos de la misma edad, logramos ser los mejores amigos. Un día lo conocí porque mi padre lo llevó a nuestra casa para que cantara y tocara el arpa.

Tú: Sí, fue un gran compositor también. Escribió muchos salmos.

Jonatán: Así es. David se sentía solo porque estaba lejos de su familia. Entonces me acerqué a él para decirle que, mientras trabajaba con mi padre, podía contar conmigo para lo que fuera. Así que creció nuestra amistad. Él era un buen muchacho, el tipo de amistad que siempre hay que buscar.

Tú: También le regalaste ropa y hasta tu arco.

Jonatán: Por un amigo haces eso y mucho más.

Tú: Leí que arriesgaste tu vida para salvar la de él.

Jonatán: Mi padre quiso matarlo cuando supo que él se quedaría con el trono. Por supuesto, mi padre deseaba que yo fuera el siguiente rey, pues me correspondía por ser su hijo mayor. Pero yo entendí que Dios era quien había decidido, y estaba muy contento por eso. Fui leal a mi amigo en todo momento. Sabía que cuando David llegara a ser rey, trataría bien a mi familia.

Tú: Bueno, ya me tengo que desconectar. Después charlamos otra vez.

Jonatán: Cuando gustes. Cuídate, y fíjate mucho en las amistades que elijas.

Tomado de meditaciones matinales para menores
Conéctate con Jesús
Por Noemí Gil Gálvez

UN MILAGRO INSUPERABLE

Y desde aquel día el nombre de la ciudad será: aquí habita el Señor (Ezequiel 48:35 NVI)

Se cuenta que. un niño, hijo de un científico, asistió con su padre a una exposición, donde colgaba un enorme cartel que decía: «God is nowhere» (Dios no está en ninguna parte). Muchas personas comentaban en voz alta la sorprendente e innovadora teoría materialista que se estaba presentando, e incluso algunos movían sus cabezas afirmativamente mientras leían aquel cartel. El pequeño, que apenas comenzaba a leer, se detuvo bruscamente y, tras breves minutos de consideración, corrió hasta su padre y le dijo: «¡Mira, papá, ese letrero dice: "God is now here"!» (Dios está aquí ahora). En su mente infantil no había ninguna otra interpretación posible.
¿Es importante para ti saber que Dios está a tu lado? El versículo de hoy pone fin a una historia dramática y dolorosa. Durante años Dios había luchado para que su pueblo escogido lo aceptara como su soberano y lo dejaran morar con ellos, pero una y otra vez había sido rechazado por aquellos a los que él mismo habría de venir a salvar. Hoy, después de tantos años, el mismo Dios que te buscó, te llamó, te rescató y te restauró, te vuelve a proponer su compañía. El quiere caminar a tu lado.
Si tienes a Dios, lo tienes todo, y eso es una extraordinaria ventaja para cualquier ser humano. Aceptar la presencia de Cristo en nuestras vidas implica convivir con él las veinticuatro horas del día. Tenemos un protector que nos cuida, que suple, nuestras necesidades, que nos escucha cuando oramos, que llora con nosotras y nos consuela, que nos fortalece en los momentos difíciles y proyecta nuestra vida hacia un mundo mejor. Pero muchas veces le pedimos que no se meta en nuestras decisiones, porque se trata de nuestra vida y tenemos derecho a decidir sobre ella.
¿Sabes? La presencia de Dios inunda la tierra como aquella luz que iluminó las colinas de Belén. Pero lo más importante que debes preguntarte es: ¿Quiero yo que esté aquí, conmigo?
Dios quiere estar junto a ti, ¿extenderás tú la mano para asirte de él?

Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera

EL PADRE QUE ESPERÓ

Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó. Lucas 15:20.

Por lo general, la mayoría de los adolescentes y jóvenes anhela vivir sin tomar en cuenta los consejos y las indicaciones de sus padres. Este deseo de actuar independientemente, en algunos casos los lleva a conductas que producen dolor y tristeza en sus padres.
Ese fue el caso de una madre de dos hijos jóvenes, quien llegó a mi oficina pidiendo auxilio porque veía que ellos se le "estaban yendo de las manos". Estos muchachos habían comenzando a incursionar por el terreno de la música rock y las drogas, y aunque ellos negaban la segunda parte, sus compañeros y amistades cercanas lo afirmaban. Habían formado una banda musical, poco a poco estaban dejando a un lado las responsabilidades hogareñas y el estudio, y se estaban entregando de lleno a los ensayos y prácticas. Como toda madre cristiana, ella veía que estos intereses los apartaban cada vez más de Dios, y por eso me pedía que hablara con sus muchachos para ver si entraban en razón y veían el daño que se estaban haciendo.
De igual manera debe haber sufrido el padre cuando su hijo pidió parte de la herencia y decidió gastarla en placeres y diversiones. No procuró retenerlo por la fuerza, no intentó hacerlo entrar en razón para que viera que estaba por cometer una locura; simplemente accedió al pedido de su hijo. Ese padre de amor no perdía las esperanzas de que su muchacho volviera a casa. Cada día, desde la puerta de su hogar, miraba hacia el horizonte esperando ver su silueta; su ausencia le dolía tanto como si estuviera muerto o perdido (Luc. 15:24).
El padre esperó contra toda esperanza; esperó aunque su hijo estuviera perdido o fallecido; esperó aunque todos en casa ya no lo hicieran; esperó porque amaba a su hijo.
Ese padre representa al Padre celestial, al Padre de las luces, al Padre de todos los humanos, al Padre nuestro. Ese Padre sigue doliéndose cuando sus hijos se apartan de sus caminos para hacer su propia vida, sigue angustiándose cuando se ve que usan sus bendiciones para malgastarlas en placeres que no conducen a nada, sigue afligiéndose cada vez que sus hijos renuncian a su casa para vivir perdidos. Pero ese Padre también espera; espera porque no pierde las esperanzas de que sus hijos vuelvan, espera porque cree en el arrepentimiento genuino, espera porque está dispuesto a perdonar, porque ama infinitamente.
En este día ese Padre te llama y te dice: "Hijo, ven a casa y no te vayas nunca más”

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuela

CONSULTA A DIOS

Aconteció después de la muerte de Josué, que los hijos de Israel consultaron a Jehová, diciendo: ¿Quién de nosotros subirá primero a pelear contra los cananeos? Jueces 1:1.

El matrimonio de Marta y Pedro había durado solo dos años. Los primeros meses, la joven pareja creía que el paraíso existía en esta tierra. La convivencia se encargó de mostrar la realidad de cada uno. El carácter mezquino y egoísta de uno, y el temperamento explosivo y celoso del otro transformaron, en poco tiempo, el "paraíso" en infierno.
Cuando conversé con Marta, acababa de salir del segundo matrimonio. Pero, lo que la llevó a buscarme no fue esta segunda decepción.
-He perdido doscientos mil dólares en una inversión que prometía lucros atrayentes -me dijo, angustiada-. Era todo el dinero que había logrado reunir en mi vida; incluso vendí mi auto, para invertir. La inversión prometía retorno rápido, pero me engañé. ¿Por qué nada me sale bien en la vida?
Tal vez, el texto de hoy responda a la pregunta de Marta. Israel había llegado a la frontera de la Tierra Prometida, y ahora debería tomar posesión de aquella tierra fructífera. Apoderarse de la tierra significaba, para aquel pueblo, luchar. Nada que valga la pena se conquista sin trabajo. Los hijos de Israel tenían una empresa de gigantescas dimensiones delante de sí. ¿Qué hicieron? Fueron a Dios y lo consultaron.
¿Acaso ellos no sabían que Dios los había conducido hasta aquel lugar, en cumplimiento de sus promesas? Lo sabían, sí. A pesar de eso, consultaron una vez más con Dios. Nadie pierde por consultar a Dios. La orientación divina te brinda la seguridad que necesitas en los momentos más difíciles.
Si lees el relato completo de las conquistas de Israel, verás solo victorias. No podría haber sido de otro modo, si estaban siguiendo las instrucciones divinas.
¿Qué gran desafío tienes hoy delante de ti? ¿Ya consultaste a Dios y su Palabra, para comprobar si estás siguiendo el camino correcto? ¿Aprueba Dios lo que vas a hacer o te estás dejando seducir por el brillo de las cosas y la belleza de la apariencia?
No creas todo lo que tu corazón te dice: consulta con Dios, con tus padres o con tus amigos de más experiencia; siempre hay personas sabias a tu alrededor. Recuerda que Israel fue victorioso porque: "los hijos de Israel consultaron a Jehová diciendo: ¿Quién de nosotros subirá primero a pelear contra los cananeos?"

Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón