Lugar: Sudeste asiático
Palabra de Dios: Mateo 9:37
Quang se desvió ligeramente hacia la derecha, para evitar un gran pozo en el medio del camino. El polvo volaba detrás de él, haciendo que la gente en las calles se cubriera la boca y la nariz. En su bolsillo, llevaba un sobre con un nombre y una dirección que estaba tratando de localizar; un grupo de personas había enviado una carta, pidiendo que alguien fuera y les hablara de Dios.
Quang ya había estado viajando en su ciclomotor durante un par de días, en busca de esta gente. La dirección en el sobre solo decía el nombre de la aldea y la región; esa era la razón por la cual le estaba resultando difícil encontrar a quien había enviado la carta. No solo eso, sino también tenía que contactarse con ellos sin meter a nadie en problemas con la policía. Un extraño dando vueltas por un pueblo y haciendo preguntas despertaría sospechas.
Mientras Quang viajaba, pensó en la obra que habían estado llevando a cabo en el país. Era difícil porque el gobierno controlaba cuidadosamente los cultos religiosos, y no permitía ninguna forma de evangelización. Hasta escuchar un programa de radio era riesgoso.
Comenzó a llover; suavemente al comienzo y luego más y más fuerte. Inclinándose sobre el manubrio de su ciclomotor, trató de evitar la lluvia, que le caía casi de frente. Con cuidado, manejó para un lado y luego para el otro, evitando los pozos que ahora se habían convertido en charcos de lodo. "Señor, por favor, ayúdame a encontrar a esta gente", oraba Quang. "Son tus hijos, y están buscando la verdad. Por favor, ayúdame a encontrarlos".
Hay mucha gente alrededor de nosotros que está buscando la verdad. Muchos no saben nada acerca del amor de Dios por ellos. Jesús dijo: "La cosecha es abundante, pero son pocos los obreros" Dios quiere utilizarte a ti para compartir su amor con otros. ¿Estás dispuesto a ayudarlo hoy?
Tomado de Devocionales para menores
En algún lugar del mundo
Por Helen Lee Robinson